tag:blogger.com,1999:blog-99421542024-03-07T01:03:54.619-08:00CRÍTICA CRÍTICAMETACRÍTICAGonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.comBlogger44125tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-80088063813167686342013-10-29T14:34:00.003-07:002013-10-29T14:34:34.819-07:00NEW - Paul McCartney<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikL1tnt4a-i5sIMtO0-hTLpB2y81FfXIwqAJiW9ONpY8wJ8HujwNK1NkyRW9sYDDKYE0sg1XGADrWRNzarua8GE4RAjcVtQ3R4zKnnhqZV4edLrntpjhq84o6SP12Lhn18zWGi/s1600/new.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikL1tnt4a-i5sIMtO0-hTLpB2y81FfXIwqAJiW9ONpY8wJ8HujwNK1NkyRW9sYDDKYE0sg1XGADrWRNzarua8GE4RAjcVtQ3R4zKnnhqZV4edLrntpjhq84o6SP12Lhn18zWGi/s1600/new.jpg" /></a></div>
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2013 y nuevo disco del viejo muchacho. Sabrán ustedes, viejos navegadores de internet, sobre los cuatro productores distintos, sobre el título curioso, etc. Y si no lo saben, búsquenlo. De todas maneras, nada de eso importa demasiado. Tampoco, si McCartney es un ejemplo, a su edad, o un bochorno, a su edad. Importa lo que grabó y entrega.<br />
Y no está mal. No es mejor ni peor que lo inmediatamente anterior. Se sabe -y si no lo saben, búsquenlo- que el artista está en un cierto resurgimiento desde hace unos años. Es verdad; basta comparar ésto con, por decir algo, <i>London Town</i>, de Wings y de 1978. Como hemos repetido en este blog, no se sostiene la discriminación etaria en el mundo del rock. Muchas veces los veteranos rinden más ahora que de jóvenes. Este es un caso.<br />
De todos modos, hay una sensación de límite. Se escucha el disco -o los dos o tres anteriores- y se dice: "Ah, muy bien" y al mismo tiempo: "¿Pero no hay más que ésto?" Y eso se aplica, quizás, no solamente a McCartney. Llega un punto en la vida en que no hay mucho más, salvo repetirse y apoyarse en el bastón de la experiencia adquirida. Lo que merece respeto, pero no ilusiona. La ilusión, eso sí que es un asunto de jóvenes...<br />
Como sea, los temas son buenos, no hay gran invención pero sí solvencia. Diríamos que la solvencia está escondida detrás de esas melodías que parecen obvias pero que si realmente lo fueran, ¿por qué no se escuchan más a menudo y a manos de compositores que no sean Paul McCartney? Su talento es esa aparente simplicidad, ese disfraz sonriente que hace que creamos que esas canciones no son difíciles de componer ni de interpretar. Sin embargo, prestando atención, la inteligencia musical abunda. Este es quizá -siempre lo fue- uno de los logros más altos de McCartney.<br />
Y en este caso, hay detalles: incorporaciones electrónicas, exploraciones sónicas, alguna vuelta de tuerca. Nada muy notorio ni muy notable, pero sí interesante.<br />
Destacamos, además, uno de los temas finales, <i>Road</i>. Es excelente. Ojalá -nos permitimos desear- McCartney hubiera hecho o haga alguna vez un disco entero en esa modalidad más calma y seria, moderna y no antojadiza, sin pensar tanto en las butacas de los estadios. Porque aquí, sí que piensa en la necesidad de cánticos a coro. Tres temas, por lo menos -y nada malos, por otra parte- parecen diseñados para que la gente se entusiasme, baile y cante. Eso no es un pecado, pero sentimos que el McCartney actual, o mejor dicho su alma artística genuina, está más en <i>Road</i> que en otras partes. O quizás no, y somos unos ilusos.<br />
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<i>Queenie eye</i></div>
Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-41607994847297946292013-04-27T07:15:00.004-07:002013-05-01T12:48:21.973-07:00NOW WHAT?! - Deep Purple<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4WVBaVRL5xF7StaFil6VnIh5oUtds_h_1E-PbEfk36-dKO08mC3HE_lDtc_R49qrx7cTBYgKW_BfQbC9qh9JYjD21LvYSM050ocxIb_kJj0DDCbqQk9A7bbH58Xke8bQWcDRy/s1600/deep-purple-now-what-640-80.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="317" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4WVBaVRL5xF7StaFil6VnIh5oUtds_h_1E-PbEfk36-dKO08mC3HE_lDtc_R49qrx7cTBYgKW_BfQbC9qh9JYjD21LvYSM050ocxIb_kJj0DDCbqQk9A7bbH58Xke8bQWcDRy/s1600/deep-purple-now-what-640-80.jpg" width="320" /></a></div>
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Esto no es, no puede ser una reseña crítica. Falta el necesario distanciamiento. El disco salió (en algunas partes del mundo) el viernes pasado. (En otras partes del mundo saldrá el lunes). Así que apenas consignaremos unas primeras impresiones. Quizá no deberíamos, ya que aquí prometemos "críticas", pero al fin y al cabo es nuestro blog y haremos como mejor nos parezca. Y nos parece mejor señalar la existencia de este disco, sin esperas.<br />
¿Por qué? En primer lugar, porque esta banda, aunque clásica y sobreviviente, ha sido encasillada de dos maneras (y peor aún, a manos de sus propios seguidores): 1) como una estricta banda de hard rock, y 2) como una banda que hoy en día sólo vale para dar conciertos.<br />
Hay un gramo de verdad en ambas afirmaciones, pero no por ello dejan de ser malvados prejuicios. Es decir ideas puestas por delante de la realidad, bloqueando toda visión honesta de la realidad.<br />
Y la realidad es que si bien Deep Purple es, ha sido y tal vez será un eje importante en la historia del hard rock, y nadie espera un disco country o hip hop de ellos, también es, ha sido y tal vez será mucho más que eso. Si queremos rótulos, perfectamente le cabrían, también, el de banda de jazz, de funky, de soul, de blues, de progresiva. De veras.<br />
Y si bien la sala de conciertos es para ellos un ámbito de brillo absoluto (basta mirar en YouTube), demostrando su notable capacidad de ensamble, de improvisación y de fuego, desmentir la capacidad compositiva de esta veterana gente es, por lo menos, una falta de tino. Y por lo más, una falta de inteligencia, de percepción y de sensibilidad.<br />
Y en segundo lugar, nos importa dejar constancia de la existencia de este disco por la simple razón de que es realmente bueno. En ese sentido, estamos actuando casi como publicistas honorarios, sin quejas por la falta de un pago monetario, ya que en gran parte escribimos para fomentar la escucha. A fin de cuentas, escribir sobre un asunto es publicitarlo. Siempre.<br />
Así que nos limitamos a decir -por ahora-: un disco ahíto de variada y buena música, duro y flexible, quizás un poco solemne, poderoso, hábil, eficiente, deudor del pasado -del pasado entero, no del que recortan los fans menos lúcidos-, abierto, nada prejuicioso, bien trabajado, espontáneo, bien producido, complejo, simple, esperable e inesperado. No diremos más hasta dentro de un tiempo.<br />
Pero preferimos hablar ahora para contrarrestar la cantidad de tonterías que hemos leído en la web. Gracias por su atención.<br />
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<i> Hell to pay</i><br />
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<b>ADDENDA DEL 29/4/2013</b><br />
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Hoy, lunes, que el disco está a la venta y pueden ustedes comprarlo legítimamente, seguimos con nuestra tarea publicitario-crítica, ahora con más énfasis en la crítica, dado que hemos podido escucharlo repetidamente durante el fin de semana.<br />
¿La conclusión inicial? Un disco más difícil que los dos anteriores -<i>Bananas</i> y <i>Rapture of the deep</i>-. No sabemos si decir que mejor, pero sin duda que diferente en por lo menos dos aspectos: una producción lujosa, bastante típica de Bob Ezrin (de quien desconfiábamos un poco, ya que el tipo a veces resulta bombástico; pero aquí hizo un buen trabajo), y una ausencia casi total de verdadero rock´n´roll (si por rock´n´roll entendemos algo como por ejemplo <i>Highway star</i>; es decir ritmos de cuatro por cuatro para sacudir la cabeza). Por supuesto que no faltan el swing y la fuerza -características definitorias de la banda- pero, a grandes rasgos, se puede decir que éste es más bien un disco progresivo -si tiene algún sentido hablar de "progresión" en estos tiempos... pero se entiende: suena en parte como algo que se podría haber hecho, no necesariamente en los setenta, sino en los ochenta a cargo de una banda de los setenta. Así, no es tan desquiciada la promoción de la discográfica -mentirosa, por otra parte- que sostiene pomposamente que esto es una mezcla de <i>Perfect strangers</i> de 1984 con <i>Made in Japan </i>de 1972; de <i>Made in Japan</i> tiene muy poco, excepto por algunos notables pasajes instrumentales -al parecer improvisados en el estudio-; de <i>Perfect strangers</i>, sin embargo, tiene bastante; con una salvedad: estas canciones son muy superiores. No hay un solo tema malo, o siquiera débil.<br />
Como dijimos en la primera entrega, desacreditar la capacidad de esta gente como compositores es ridículo, y aquí sobran las muestras de know-how, hasta diríamos de inspiración. Inclusive, porque el disco parece tener un tema, o al menos un punto de vista: el de unos viejos hippies que miran al pasado y sobre todo al presente con cierto desagrado incómodo y, por qué no, con cierto sentimiento de tragedia. Esto es particularmente notorio en la intensa <i>Out of hand</i> -posiblemente la mejor canción del disco. Así también en el lírico tema dedicado al fallecido Jon Lord. Sea como fuere, y excepción hecha de los inevitables -y casi siempre divertidos- devaneos eróticos de Ian Gillan -representados aquí en la sensual <i>Body line</i> y de manera tangencial y muy perversa en la excelente <i>Après vous</i>-, de principio a fin hay una actitud de rebeldía (resignada, claro) ante los tiempos actuales, demasiado parroquiales en su corrección política para el espiritual y desaforado Gillan y demasiado manufacturados y poco exigentes para unos antiguos músicos virtuosos y justificadamente orgullosos.<br />
En suma, y aunque todavía es demasiado pronto, este es, a nuestro juicio y por el momento, unos de los mejores discos de la banda (aclarando que, también a nuestro juicio -no muy compartido-, <i>Bananas</i> de 2003 es mejor que gran parte de la producción considerada "clásica" de la banda).<br />
Si se nos ocurre algo más, lo diremos.<br />
Gracias.Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-44302226165466548352012-09-25T15:45:00.000-07:002012-09-25T15:50:14.071-07:00TEMPEST- Bob Dylan<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS-7mv1nNBr_h4gh1fHaVllfWh5ZUs-Gk6cJ2Tc1sEIlcZ-eKLZsORm1lALIIk9EVu-8VBehk4c0af1kXu1SHcbxjHcUsWYYQFn4zgukNr-79aYWr0_AhcFEOAP8VEpBWZtjSA/s1600/Bob-Dylan-Tempest.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" hea="true" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgS-7mv1nNBr_h4gh1fHaVllfWh5ZUs-Gk6cJ2Tc1sEIlcZ-eKLZsORm1lALIIk9EVu-8VBehk4c0af1kXu1SHcbxjHcUsWYYQFn4zgukNr-79aYWr0_AhcFEOAP8VEpBWZtjSA/s320/Bob-Dylan-Tempest.jpg" width="320" /></a></div>
Es norma del blog no opinar sobre discos recientes; en parte, por la intención de revisar juicios ajenos anteriores, adheridos demasiado rígidamente a una obra, al punto que se toman como un componente más de la obra; y en parte porque esa práctica nos avisa sobre el riesgo de un juicio apurado a partir del primer impacto. El paso del tiempo es el verdadero juez. Sin embargo, por tratarse de Bob Dylan y, en particular, de un disco que está siendo aclamado, corremos el riesgo. Sepan los lectores que nos exponemos a un gran arrepentimiento.<br />
Trataremos de ser sucintos (quizás por temor), y de emplear un método. Veamos la relación entre la cantidad de canciones y la calidad. <em>Tempest</em> presenta <strong>diez</strong> temas. Entre ellos:<br />
<strong>Cuatro</strong> pueden ponerse al lado de los mejores del pasado del artista.<br />
<strong>Tres</strong> podrían haber figurado en sus últimos álbumes; es decir, lindos blues tradicionales, buenos y sólidos, sin enorme destaque.<br />
<strong>Dos</strong> son muy buenas.<br />
Y <strong>una</strong> es muy buena musicalmente, aunque literariamente se queda corta.<br />
En lo literario, salvo esta última, el nivel es alto.<br />
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Las melodías parecen haber existido desde siempre, y la banda y los arreglos son excelentes. La producción, anticuada, aireada y precisa, como todas las recientes en manos de Dylan.</div>
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<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/mns9VeRguys?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
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<em>Duquesne whistle</em></div>
Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-22395955312581089942012-05-14T16:54:00.000-07:002012-05-14T16:54:09.894-07:00ABSENT LOVERS: LIVE IN MONTREAL 1984 - King Crimson<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXoFTXyYH43x1cJay165DTifQgYwq-uCMpVcmrSTXn4FIlhFOypddMyWL5IV2nXFRXbqK63SvIfGQiyveVum4BojT-sz0_XtBbtHAobTP4a2dz8-6lnuDORngqXM_J2fuespG4/s1600/b_52782_King_Crimson-Absent_Lovers_Cd1-1984.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" dba="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXoFTXyYH43x1cJay165DTifQgYwq-uCMpVcmrSTXn4FIlhFOypddMyWL5IV2nXFRXbqK63SvIfGQiyveVum4BojT-sz0_XtBbtHAobTP4a2dz8-6lnuDORngqXM_J2fuespG4/s1600/b_52782_King_Crimson-Absent_Lovers_Cd1-1984.jpg" /></a></div>
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Diremos poco, en parte porque no hay mucho para agregar a lo que tan abundamente se ha dicho. Y en parte porque nuestro interés, en este caso, no es el comentario ni la crítica, sino la recomendación. Iremos por (breves) partes:<br />
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1. Quien no haya escuchado a King Crimson (en cualquiera de sus múltiples encarnaduras) y sostenga un aprecio así sea superficial por el rock, merece que se sospeche de la validez de ese aprecio.<br />
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2. Quien desdeñe al King Crimson de los años ochenta por el mero hecho de que esos eran los años ochenta y "nada bueno puede provenir de los años ochenta", bueno, por favor...<br />
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3. Quien no desdeñe a ese King Crimson en particular, pero desconozca este registro en vivo, no puede decir con honor que conoce al King Crimson de los ochenta. Porque:<br />
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3.1. King Crimson es una banda concebida para el concierto (véase Fripp).<br />
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3.2. Por lo tanto, suena mejor en vivo. Con una fuerza y pasión que no siempre aparece en el estudio de grabación.<br />
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Y por último:<br />
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Este disco permite relegar a los tres anteriores, de estudio y muy buenos, y quizás hasta sustituirlos.<br />
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El resto lo buscan en internet, por favor.<br />
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/35U0hG-cigo" width="560"></iframe><br />Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-76939914900842219972012-04-07T19:47:00.001-07:002012-04-07T19:47:50.157-07:00STREET LEGAL - Bob Dylan<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZD9c0HAc5LQBZjSeoA1ZOLFnXuqgBDKLATBQTAQg3pI5nZkRad8IFyOLKazLevZBwqdzI0HpCEu_FX5cjst2oyYphof6hrBerGeiPuCl1d4Jvm_5NBvYpa-D9h9-h61demWAL/s1600/album-Bob-Dylan-Street-Legal.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" nda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZD9c0HAc5LQBZjSeoA1ZOLFnXuqgBDKLATBQTAQg3pI5nZkRad8IFyOLKazLevZBwqdzI0HpCEu_FX5cjst2oyYphof6hrBerGeiPuCl1d4Jvm_5NBvYpa-D9h9-h61demWAL/s320/album-Bob-Dylan-Street-Legal.jpg" width="320" /></a></div>
Ah, bueno. Bob Dylan. Acá es donde la cosa se pone interesante. Porque hay que acarrear con un montón de información-leyenda. Pesadísima:<br />
1) Bob Dylan es un poeta, e incluso el más grande de los últimos tiempos (estos últimos tiempos son hace unos cincuenta años, más o menos).<br />
2) Bob Dylan no es sólo un poeta, sino un profeta (no se sabe bien de qué, ya que el tipo ha negado su afiliación a cualquier clase de izquierdismo, y si bien es cierto que gusta de los negros -véase su apasionada defensa del boxeador Rubin Carter, encarcelado malamente-y que hizo algunas viejas canciones que parecen la versión estadounidense del canto popular uruguayo-, en general es más bien un religioso -quizás cristiano, quizás judío- que cree en la corrupción intrínseca de la naturaleza humana. Si es un profeta, entonces, lo es más del fin del mundo que de la revolución socialista. Ningún socialista revolucionario cree en la podredumbre humana -cree que es un efecto colateral del capitalismo, nada más, y que basta borrar de la faz de la Tierra al susodicho sistema socioeconómicosimbólico para que los hombres -y las mujeres, porque los izquierdistas han de ser también femenistas, necesariamente- se vuelvan buenos -y buenas- como el pan. Bob Dylan, vamos, no cree nada de eso. -Y quizás hace bien-).<br />
3) Bob Dylan era Dios en los años sesenta, pero no en los setenta, mucho menos en los ochenta; en los noventa pudo ganar el Oscar y en los dosmiles hacerse pasar por cowboy nostálgico, burlón y bluesero, pero Dios, lo que se dice Dios, sólo lo fue en los sesenta -cuando los Dioses pululaban por la Tierra).<br />
Bueno, dicho todo esto, vayamos al disco que nos ocupa, <em>Street Legal</em>. Para ello, remitámonos a los puntos precedentes.<br />
1) Bob Dylan no es realmente un poeta, salvo que se entienda por poeta a un compositor de canciones. Pero eso es raro, porque las canciones aplican música a las palabras, y así, las palabras de la poesía -que deben ser su propia música- amplían o estrechan en este contexto su eficacia poética. Por lo tanto, puede ser válido, hasta incluso sensato y noble, decir que Bob Dylan es el mejor compositor de canciones de los últimos tiempos (aunque eso de "el mejor" es siempre un fiasco; ¿qué quiere decir "el mejor"? No se trata de una competencia deportiva).<br />
2) Si Bob Dylan es un profeta, es uno que cobra bastante bien.<br />
3) Bob Dylan no es Dios, y él sería el primero en decirlo, ya que se trata de un hombre temeroso de, justamente, Dios. Inclusive grabó, a principios de los setenta, un disco doble de canciones campechanas para demostrar que, en efecto, carece de cualquier poder divino. (Pero claro, eso lo hizo a principios de los setenta, cuando ya no era, evidentemente, Dios). <br />
<em>Street Legal</em>, en todo caso, es la demostración de nuestras hipótesis contrarias al credo general, y en suma, un disco muy bueno, demasiado bueno para haber sido hecho por un poeta -que probablemente hubiera carecido del swing musical sabroso y turbio que se ofrece aquí todo el tiempo-, para haber sido hecho por un profeta- que hubiera estropeado ciertos amargos cinismos desencantados con arengas sobre la superioridad del Cielo sobre la Tierra-y para haber sido hecho por Dios -en cuyo caso sólo obtendríamos silencio, pues en eso se especializa el Ser Supremo.<br />
<em>Street Legal</em>, tal vez porque cayó en un momento en que cierta gente esperaba otra cosa -y quién sabe qué espera la gente; ni siquiera la gente-, fue entendido en su momento -1978- como una concesión decadente al sonido de Las Vegas y a cierta infatuación del artista con un vago como Neil Diamond. Y si bien, escuchándolo hoy, puede entenderse por qué esa cierta gente pensó esa cierta cosa -en comparación con otros de Dylan, este disco abunda en instrumentación, con grande destaque para los vientos -siempre equiparables a Las Vegas, si nos ponemos malvados- y para los omnipresentes coros femeninos al estilo gospel -que después mancharían para siempre, hasta mediados de los ochenta, las grabaciones de Dylan. Pero nosotros, que conocemos Las Vegas -estuvimos allí hace muchos años, y vimos a Tony Benett en no recordamos ya qué hotel-, creemos que <em>Street Legal</em> en absoluto se le parece, y si lo hace, es en sentido positivo: la ciudad del pecado no está tan mal como ámbito donde acontecen varias de las historias de este disco. Donde, al menos, podrían acontecer, aunque también decimos que podrían acontecer a la vuelta de tu casa, aunque vivas en Latinoamérica, y ser vos mismo el protagonista. Así de feas son estas historias.<br />
No, no tan feas. Apenas humanas, contradictorias -eso incluye el sexismo y la desesperación por la compañía femenina, la personificación de un latino oprimido por el poder yanqui y la soberbia y la depresión de una vieja rockstar-, muy confusas y confundidas, pero siempre magníficas. Realmente, creer que aquí no está el más augusto Bob Dylan -uno de los más augustos Bob Dylans- es extraño.<br />
Nosotros decimos -porque nos gusta decir- que aquí hay dos de las más memorables canciones del bardo de la voz característica: <em>Changing of the guard</em> y <em>Where are you tonight?</em> Que no aparezcan jamás en ningún compilado de "Lo mejor de... " es una de las grandes extrañezas -e injusticias- de la Historia. La primera es gloriosa -puede escucharse unas veinte veces seguidas sin cansar- y la segunda, equiparable a, por ejemplo, <em>You can´t always get what you want</em> de los Rolling Stones. Y sin embargo siguen hablando, algunos, sobre Las Vegas y Neil Diamond. Hay gente que no madura jamás...<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/QxAYtkeK_78" width="420"></iframe><br />
<em>We better talk this over</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-10366037293678144232012-02-03T17:08:00.000-08:002012-02-03T17:11:11.928-08:00INFLUENCIA - Charly García<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAMqm9tQPkibh5cmsxIeBIU84eh8WE5ifvffjNliudNDlh89-_ZbVKJdpEG2-RyLEuIUipICuCaExnHAR7BijF0EGAbDZcI7Op5vqkc-Ml9Et0R3B447q14PUeLtvi-S2Exc5n/s1600/charly%2520garcia%2520-%2520influencia%2520(front).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" sda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAMqm9tQPkibh5cmsxIeBIU84eh8WE5ifvffjNliudNDlh89-_ZbVKJdpEG2-RyLEuIUipICuCaExnHAR7BijF0EGAbDZcI7Op5vqkc-Ml9Et0R3B447q14PUeLtvi-S2Exc5n/s320/charly%2520garcia%2520-%2520influencia%2520(front).jpg" width="320" /></a></div>
Vamos acercándonos a esta orilla. El argentino Charly García -ahora al parecer recuperado, aunque con una sonrisa permanente sospechosa-, durante su etapa Say No More -que a tantos incautos atrapó-, grabó algunos discos. Por lo general, en retazos, repetitivos, livianamente extraños. Algo por el estilo puede decirse sobre éste. Sin embargo, es mejor.<br />
Si bien comete algunos pecados típicos de la etapa -repetir canciones, por ejemplo-, hay aquí bastante música válida. Se diría, tal vez, que es éste el mejor disco de la etapa (luego del casi abismal <em>El aguante</em>).<br />
Interesa ver a García como una continuidad, a pesar de todo. Aquí, por ejemplo, tenemos algún tema de Serú Girán -viejos fines de los años setenta- y, escondido por ahí, algún arreglo jazz-funk. También, la comprobada capacidad para adueñarse de temas ajenos -en este caso, el que da título al álbum, que podría ser un clásico de García. Y buenos temas (nuevos) propios.<br />
Alguien ha dicho que los discos de la etapa parecen EPs. Es cierto, pero en el caso que nos ocupa, la cantidad de buen material excede ese formato. <br />
Además, como siempre, la etapa marcó un cambio interesante: el fin del seguimiento de las modas sonoras. Desde el <em>Say No More</em> de 1996, García creó su propia sonoridad -y eso compensa -hasta cierto punto- por la degradación compositora. <br />
Quién sabe qué traerá el futuro, pero al menos aquí encontramos un álbum digno de escucharse de principio a fin, no sin apretar los dientes en algunos momentos (pocos), pero disfrutando -en general- de un sólido pop rock más o menos sucio y moderadamente loco.<br />
Sea como fuera, brilla en comparación al último <em>Kill Gil</em>. Eso nos parece, y con eso alcanza. Nuestro capricho es ley... o al menos decreto, en este blog.<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/vZOdPrPLmh4" width="420"></iframe><br />
<em>Mi nena</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-31312497866800508992011-12-14T17:46:00.000-08:002011-12-14T17:46:41.247-08:00THE COSMOS ROCKS - Queen+Paul Rodgers<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidLfnQqQl7xSD2IB7DacoC7SPKl20B7GismH_ayHUhztKetngTD-XZ7aVdKp3nh-nr1TaGxV1VjNMJwoiSWgaT5HssAUaZLE4qeuLut7scIxhYenfcPRgFZkWt8D9CtQ-O7Q-_/s1600/the+cosmos+rocks.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" oda="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidLfnQqQl7xSD2IB7DacoC7SPKl20B7GismH_ayHUhztKetngTD-XZ7aVdKp3nh-nr1TaGxV1VjNMJwoiSWgaT5HssAUaZLE4qeuLut7scIxhYenfcPRgFZkWt8D9CtQ-O7Q-_/s1600/the+cosmos+rocks.jpg" /></a></div>
"Queen", entre comillas. Saquemos de en medio este asunto antes de hablar del disco; sí, sólo son el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor; ni siquiera el bajista John Deacon, ni -obviamente- el cantante original, que hace décadas reposa bajo tierra... La mitad de Queen, entonces. Como si Paul McCartney y Ringo Starr se juntaran con algún cantante (tal vez Eric Burdon, por qué no) y dijeran: Los Beatles+Eric Burdon... El mínimo de dignidad se intenta salvar así a través de un minúsculo signo de más, que quiere sugerir "sabemos que no somos la banda original, pero no olviden que fuimos parte...". El motivo de la denominación es, por lo tanto, indiscutiblemente comercial: ¿quién prestaría mucha atención (quién compraría en grandes cantidades) a May y a Taylor por las suyas, sin el paraguas protector de "Queen"?<br />
Es la objeción inevitable que suele hacérsele a este disco, pero hay otras, también frecuentes: a) los clisés de las letras y b) suena más como Bad Company (antigua banda hard rock del cantante Rodgers) que como Queen. Y es cierto. Sin embargo:<br />
a) Menos mal que no suena ni intenta sonar como Queen. Sería imposible sin Mercury, y hay aquí quizás otro pequeño -o no tan pequeño- resquicio de dignidad, y<br />
b) los clisés, a veces, son preferibles y más sinceros que las letras auténticamente malas.<br />
En suma, un disco semióticamente difícil. Se debe atravesar toda una serie de problemas imaginarios antes de llegar a la esencia de esta música. Que no es la gran cosa, excepto por la buena musicalidad permanente; dígase lo que se quiera, tenemos aquí a tres experimentados músicos dándose el gusto. Volviendo -al menos May y Taylor- a cierta simpleza bluesera casi inconseguible en el auténtico Queen. Haciendo un disco que si se lo escucha como si fuera de -digamos- Dr. Feelgood -banda bastante alabada en este blog-, es decir una banda sin pretensiones más allá de darse y dar el gusto, probando una y otra vez viejos parámetros musicales de otra época, se disfruta. Se puede poner entero sin que moleste. Es -digamos- "bueno" (tan entrecomillado como "Queen"). Y las letras no son tan espantosas como las pintan; ciertamente no ganarían un concurso de poesía, pero tampoco las del viejo Bad Company ni las del viejo Queen (aunque en este último caso había cierta cualidad redentora: el humor, que aquí apenas aparece en el tema "C-lebrity", una burla -imaginamos que escrita mayormente por Taylor- hacia los participantes de los reality shows). En general, recibimos imprecaciones acerca del "poder del rock´n' roll" y sobre la necesidad de creer en esto y en aquello y de "hacer los sueños realidad" y bla bla. Sea como fuere, también se recibe cierto placer, seguramente el que experimentaron a su vez los músicos mientras grababan, libres de ataduras -entre ellas, la atadura de la "calidad". Porque si bien este es un disco de música gastada, se puede decir que nació gastada, que se concibió gastada y que hubo amor por lo gastado. Eso se trasmite y, por qué no, se agradece.<br />
El cosmos ni se habrá enterado de este disco, pero nosotros, más benignos y modestos, podemos darle unas escuchadas y decir "no está mal". Mientras disfrutamos de la bronca voz de Rodgers (casi la némesis de Mercury), la guitarra de May y la percusión de Taylor. Serán tontos, codiciosos, inescrupulosos, demasiado nostalgiosos de glorias pasadas, vanidosos, anticuados, pero, innegablemente, buenos músicos y contentos. ¿Es suficiente? Al menos es algo. Algo un poco mejor que, por ejemplo, el último disco de los Rolling Stones, que siguen llamándose así pero hace tiempo que son "los Rolling Stones". <br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/f3ovN40FwRI" width="560"></iframe><br />
<em>C-lebrity</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-82782875087717421312011-08-21T08:02:00.000-07:002011-08-21T08:06:15.155-07:00AVENUE B - Iggy Pop<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaeikZ-2hv4UhGnzqAPLxmH8TarzOr7fbswvgDVmW9TJh3i-C2gWXrZPr-9SFhJCMES4zHr5qUyQv2nrbjIl83eJSenLt_rBtxjjfsa-_ti3PImAtQd7qX62Fsf-Woqlz7Jfsr/s1600/e76108s4ow2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" qaa="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaeikZ-2hv4UhGnzqAPLxmH8TarzOr7fbswvgDVmW9TJh3i-C2gWXrZPr-9SFhJCMES4zHr5qUyQv2nrbjIl83eJSenLt_rBtxjjfsa-_ti3PImAtQd7qX62Fsf-Woqlz7Jfsr/s1600/e76108s4ow2.jpg" /></a></div><br />
No tan llamativamente condenado por la mayoría de los seguidores -lo cual dice quizás más sobre los seguidores que sobre el disco-, se trata, sin duda, de un <i>rara avis</i>. Pese a que Iggy Pop -inclusive a pesar de sí mismo o, mejor dicho, a pesar del curso de su carrera, tan ligada al ruido y, en particular, a lo salvaje- no suele detenerse en sutilezas -y sin embargo su mejor trabajo, incluso el más ruidoso y bruto, no es tan sencillo como parece, y justamente por eso es el mejor-, nunca como aquí esa sutileza se volvió evidente y declarada. A la vez, bastante brutal, ya que pocas veces se habrán oído canciones tan desnudamente honestas, al punto que por momentos llega a incomodar. Es el recuento emotivo del noviazgo y la ruptura con una chica argentina "que amaba a los militares y a los Rolling Stones", veinticinco años menor que Pop, quien llegaba al "invierno de los cincuenta años". Lo que se cuenta no es necesariamente bonito, lo que se dice no es necesariamente halagüeño ni hacia la argentina ni hacia el propio Pop, y por eso mismo suena tan real. La música, curiosamente, es casi toda acústica y baladística, y buena. Lástima que no toda lo es; aquí, los rocanroles -pocos, es verdad, y no malos por sí mismos- descoordinan al proyecto, y se desearía que la textura hubiera sido más monótona; es decir más coherente. <br />
Sea como fuere, se puede ver como uno de los más idiosincráticos y válidos trabajos de esta suerte de Frank Sinatra punky, excepción hecha, tal vez, de <i>American Idiot </i>y, desde luego, de los discos con los Stooges (uno de ellos, <i>Funhouse</i>, simplemente de los más interesantes de la historia del rock).<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://1.gvt0.com/vi/_CapADcTV00/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/_CapADcTV00&fs=1&source=uds" /><param name="bgcolor" value="#FFFFFF" /><embed width="320" height="266" src="http://www.youtube.com/v/_CapADcTV00&fs=1&source=uds" type="application/x-shockwave-flash"></embed></object></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><em>Nazi girlfriend</em></div>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-6808022451907433062011-06-14T16:15:00.000-07:002011-06-14T17:03:25.451-07:00THE ALTERNATIVE TO LOVE - Brendan Benson<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHlBheICrKtQjCBu2mklm0yuuTW-GzcZmkAMs06C8l8nogtQEJk3E-GEGs5GbiB5xocPLgY2HQ-oXLCkEq5dOXeXyfPb-4MnKvyrbiZC7waHpdfQoE4ScC8mD7IC41QorFPu2C/s1600/51S5JA5J2ML__SS500_.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHlBheICrKtQjCBu2mklm0yuuTW-GzcZmkAMs06C8l8nogtQEJk3E-GEGs5GbiB5xocPLgY2HQ-oXLCkEq5dOXeXyfPb-4MnKvyrbiZC7waHpdfQoE4ScC8mD7IC41QorFPu2C/s320/51S5JA5J2ML__SS500_.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5618227479281744578" /></a><br />Ah, otro muchacho emprendedor y empeñado en reproducir los antiguos sonidos... Eso pensó mi mente tan antigua como los sonidos pop sesenteros, setenteros y vagamente ochenteros cuando tomó contacto por primera vez con Brendan Benson, músico solista yanqui que vio ligeramente aumentada su fama por tocar con su amigo Jack White en los (nada malos) Raconteurs. Leyendo en la pantalla luminosa (ésta que ustedes leen ahora), encontré que Benson tenía ya sus propios discos bajo el brazo y que el primero databa de 1996 -así que no tan "muchacho". Bueno, pero el punto a discutir es si realmente estamos ante "otro muchacho (o muchacha, que ésas también abundan) del primer mundo avocados a la densa y casi absurda tarea de revivir tiempos musicales idos". La respuesta la pongo aquí y no al final: sí y no.<br />La primera escuchada es traicionera. Sea con el disco que nos ocupa (el más logrado de Benson a nuestro criterio, aunque allá en el norte, tal vez por las benditas razones históricas que solemos denostar en este blog, prefieran el anterior, de 2002 -éste es de 2005), sea con éste, decíamos, o con cualquiera de los otros (tiene cuatro al día de hoy, si no contamos ciertos epés), lo que se genera en los anticuados oidos cuarentones ya cercanos a cincuentones (cómo pasa la vida...) es un despliegue de prejuicios, del tipo: "esto ya lo oímos", "¿para qué todo otra vez?" y discrepancias con las reseñas norteñas, del tipo: "¿por qué hablan tanto de Wings y de la Electric Light Orchestra cuando comentan estos discos?, eso es perezoso, nosotros no oímos nada tan parecido, sino más bien cierta cosa setentera pop que a veces nos resulta abismal... como escuchar otra vez al trío América o algo así... o quizás a Pilot... aunque, claro, Benson parece más inteligente y en cierto modo un heredero de algunas vivezas letrísticas de Elvis Costello, y además... esto es menos lustroso que las cosas de los setenta y además... si seguimos escuchando... esto está muy bien compuesto... tiene detalles que al principio no son aparentes... detalles musicales... y Benson parece más sincero que lo que cabría suponer... y... bueno, esta canción no está mal y aquella tampoco... y esto... eh, nada mal, eh... casi diríamos que está bien... o muy bien... nunca es muy distintivo, no tiene estilo propio, este muchacho... no no... o... quizás, sí... quién sabe... eh, este disco es realmente bueno... cuántos detalles, y además... detalles que no llaman la atención sobre sí mismos, carecen de exhibicionismo... qué bien compone este muchacho... y las letras... bueno, nada mal... por momentos al menos... ah, qué bien eso de <em>por siempre buscaré la alternativa al amor</em>... nada nada nada mal, no, al contrario, muy bien, realmente muy muy muy bien". Y así, al fin, adiós a cualquier consideración histórica-sociológica de las que en demasiadas ocasiones sacamos a relucir en este blog, y hola a (atención) <em>uno de los mejores discos pop rock que hemos escuchado en nuestra dilatada vida</em>. Ustedes, ¿qué esperan para escucharlo? ¿Piensan seguir perdiendo el tiempo?<br /><iframe width="560" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/PmpVZCiVYQM" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>What I´m looking for</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-65866746050271965752011-05-30T08:59:00.000-07:002011-05-30T12:44:02.827-07:00GET BEHIND ME SATAN - The White Stripes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTGFIlQHLFHo2r5MBchj_DHnRaO0ctdyYV9bJwT8M2lIEy6Vyt8JJohbc0CbaxhzwQU3QfASfVDH79P0ah22DsfkE3jnVEEoohv_tDYBrhhXOv0f4u7eD7Hp91rEAoei9PXAp-/s1600/515NY3NS1EL__SS500_.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTGFIlQHLFHo2r5MBchj_DHnRaO0ctdyYV9bJwT8M2lIEy6Vyt8JJohbc0CbaxhzwQU3QfASfVDH79P0ah22DsfkE3jnVEEoohv_tDYBrhhXOv0f4u7eD7Hp91rEAoei9PXAp-/s320/515NY3NS1EL__SS500_.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5612594714582245522" /></a><br /><br />La tradición y una manera fresca o incluso renovadora de entenderla. Eso han representado los White STripes durante la primera década del siglo, y no está mal, al contrario, está muy bien. En particular porque tuvieron muchos talentos. Además del más obvio y necesario -el musical-, tuvieron el de no dejarse apabullar por el éxito. Hoy en día, esto es un logro aún mayor que unos décadas atrás, cuando el mundo era todavía un lugar un poco sensato. La sensatez de este duo es, entonces, una de sus fortalezas. Nada de dejarse desviar del camino,nada de probar frutos prohibidos que los expulsarían de su pequeño paraiso y, a la vez, toda la firmeza y habilidad para navegar por los maremotos mediáticos y humanos del actual monstruo mundial de la fama, que todo se lo quiere tragar, en particular a los famosos, a quienes -diría Jack White- se les niega por completo el derecho a la dignidad. Bueno, los Whites Stripes fueron muy dignos. Además ¿a qué discutirlo? la mejor banda de rock de la década.<br />La tradición del blues, del rock´n´roll y del country. En el disco que nos ocupa, sobre todo la del country -por lo acústico y casi baladístico- aunque -y en este sentido es un gran ejemplo del enfoque de la banda- con una extrañeza que la torna muy propia. Raíces y creatividad, he ahí el secreto (quizás el de toda obra artística importante).<br />El álbum se inicia con un furioso -y llamativamente robótico- rock, pero es la última aparición de ese estilo -común en sus otros álbumes- pues luego, pese a un par de blues eléctricos, predomina amplamente el piano, la guitarra española, la marimba... y no por eso se trata de un disco menos potente. Menos ruidoso, eso sí. Aquí la idea de "garage" -tan sobreutilizada hoy en día- da un vuelco que la separa de la noción de "sonido áspero y apretado" y la lleva a la de "sonido espontáneo, realizado con los elementos que tenemos a mano". Es una necesaria dosis de oxígeno, ya que esa idea impuesta sobre el "garage" se presta demasiado a menudo a confundirse trágicamente con la repetición acrítica de los clichés rockeros de los años sesenta. Dicho sea de paso, los Stripes no saben qué es un cliché, porque los utilizan de un modo que les quita todo el desgaste de los años, y porque, vamos, Jack White es un buen e idiosincrático escritor de canciones, con brillo propio. Así que el subgénero no los atrapa sino que apenas los delimita como un punto de partida. A partir de ahí, pueden darse -y darnos- todos los gustos. Para este blog, los gustos más intensos están en este disco, aunque cabe decir que todos los de esta banda son buenos, o incluso, a veces, excelentes.<br />Quizás sea un desatino, pero nos parece que éste es el Albúm Blanco de los Stripes. Quizá no -y qué importa- pero se nos ocurre debido a la sensación de libertad que trasmite. Música simple y bien hecha, musicalidad indiscutible, interés sostenido, hasta cierta variedad y sorpresa... ¿Qué más se puede pedir? Tal vez no sea -como suelen decir los reseñistas de discos- "el mejor lugar para empezar con la banda", porque no es tan representativo de su sonido general. Pero, en fin, para eso están los otros discos suyos. ¿A qué esa especie de campeonato obsesivo por determinar qué disco es el mejor de una banda? ¿Existen los mejores discos? Pueden existir, pero creemos que en el caso de este insigne dúo, no. Todos ofrecen algo parecido aunque finalmente distinto. Este es el más distinto -y para nuestro gusto el más grato y escuchable- pero jamas se podría descartar a ninguno de los otros. Constatación interesante: en estos alicaídos tiempos, en que se da por supuesto que el rock está muerto y que, en general, nada artístico muy valioso puede surgir, tenemos a esta banda que por medio de la autolimitación y de la falta de miedo y especulación consiguieron una de las discografías más parejas de toda la historia del rock. Y se retiraron a tiempo, como los Beatles. Nunca sabemos qué traerá el futuro (nadie habría podido predecir que esta banda iba a ser el futuro), pero nos atrevemos a insinuar que quizás, sólo quizás, estemos, a pesar de todo, a pesar de la depresión generalizada disfrazada de luces de colores y velocidad en que vive el mundo, estamos ante una de las mejores banda de rock de la historia. ¿Nos equivocamos? El tiempo dirá.<br />Por ahora, a dejarse de disquisiciones y a escuchar.<br /><iframe width="425" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/cwevHqIf2AU" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>The denial twist</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-20829727667090557302011-04-25T19:38:00.001-07:002011-05-30T12:50:37.630-07:00RELEASE ME - The Like<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhWLQWvHU2X31tcIu_qWddia9NEMQur8_pWbZfGFDL9uhYdLUAYNO4oCFWB0H3fksse8rUDcGvBan-nJLYQ9wEy1v6sHBD7FhJEBueZg0LCEAumapiZzK2nZPCwE1o15L7lVMg/s1600/TheLike.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhWLQWvHU2X31tcIu_qWddia9NEMQur8_pWbZfGFDL9uhYdLUAYNO4oCFWB0H3fksse8rUDcGvBan-nJLYQ9wEy1v6sHBD7FhJEBueZg0LCEAumapiZzK2nZPCwE1o15L7lVMg/s320/TheLike.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5599716213181270594" /></a><br />Viejos agrios que somos, envidiosos de las posibilidades y del tiempo por delante de la juventud, solemos no comentar el trabajo de las bandas nuevas. Pero el tiempo, ya lo dijo Bob Dylan (otro viejo), a veces te renueva y te vuelve más joven que antes. En nuestro caso, al punto en que estamos considerando la posibilidad de cerrar nuestros blogs y dedicarnos a cosas nuevas, y peor aún, estamos escuchando bandas nuevas.<br />Sin embargo, para nuestra sorpresa y casi espanto, esas bandas <em>quieren ser viejas</em>. Bajo ningún concepto introducen un solo elemento nuevo en su reproducción obsesiva y casi perfecta (por no decir perfecta) de tiempos idos, en particular de los años sesenta. Qué extraño fenómeno psicosocial es éste, no lo sabemos, aunque sospechamos que estos chicos están con miedo; miedo al presente tan grande y tan plano y tan ocupando el lugar de todo futuro... y quizás prefieren refugiarse, como huyendo locamente, en el pasado. No se permiten la mínima discrepancia con ese pasado que ni siquiera vivieron. Es curioso. Décadas atrás, digamos en la segunda mitad de los setenta -nuestra propia juventud-, era usual que las bandas miraran hacia atrás y reprodujeran ciertos estilos pero -esto es fundamental- <em>hacían una relectura radical</em>. No se dedicaban a una simple emulación del pasado sino que lo parodiaban con el fin de decir lo suyo. Era el caso de, por poner un par de ejemplos famosos, Blondie y B-52s. Y de casi toda la llamada "new wave". Casi nunca era la reproducción por mera nostalgia, o si había nostalgia, estaba al servicio de algo nuevo y hasta innovador, que hablaba de la propia época. Hoy, en cambio, al parecer se habla de la época a través de la absoluta negación de su existencia... Tal vez debería preocupar... Pero este es un sitio de música y tales preocupaciones filosóficas o psicosociales excederían el espacio y nuestras ganas y capacidad.<br />Lo cierto es que, sea como fuere, y yendo a la música, este disco de The Like es uno de tantos ejemplos de esa tendencia fanática y rígida. Sin embargo, es un ejemplo que se diferencia de muchos otros por el talento. A pesar de que las chicas aparecen desde la carátula y la tipografía como absolutas y voluntarias esclavas de la imagen de aquella época, a pesar de que la música podría ser -excepto por algún detalle electrónico muy disimulado y casi imperceptible- de aquella época, a pesar de que las letras tienen el punto de vista de una chica de aquel tiempo, The Like logran trascender la rigidez autoimpuesta -que podría ser y suele ser en otros casos verdadera y claustrofóbica limitación- a partir de dos grandes méritos: la musicalidad innegable y la inteligencia de las letras. Un comentario sobre las letras: aunque tratan exclusivamente de temas amorosos, aunque siempre desde un punto de vista exclusivamente juvenil (y juvenil de principios de los sesenta), muestran siempre cierto desencanto y realismo que las tornan interesantes y particularmente válidas; véase el caso (que no en vano son las dos mejores canciones del disco) de "He´s not a boy" y de "Narcissus in a red dress". Así, a pesar de la incógnita que para ancianos como nosotros representa esta empeñosa y cuidada al extremo reproducción de época(tan en riesgo de caer en el vacío), The Like logra ser una banda muy recomendable. Todavía no la entiendo, pero sí entiendo que las chicas están expresándose realmente, con pasión y cierta autenticidad, y no meramente jugando con la imagen. No es poco.<br /><br /><iframe title="YouTube video player" width="640" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/42p2nERiNFk" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>He´s not a boy</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-74445764264213596672011-03-31T09:32:00.000-07:002011-04-05T19:20:30.936-07:00NATURAL BOOGIE - Hound Dog Taylor and The Houserockers<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-PWcRIMiPQGrsJWV7MoiwZ0U7TuE6w3NfnwAjx2d6gTzQjhJu3GEytehZZZTrNAw6269r9TEKw82yB51WBeuc8eVPLNedvzQADgYKS0xb-vny5HLgKCH4Sa6HnELPmFcvE5aQ/s1600/front.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 310px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-PWcRIMiPQGrsJWV7MoiwZ0U7TuE6w3NfnwAjx2d6gTzQjhJu3GEytehZZZTrNAw6269r9TEKw82yB51WBeuc8eVPLNedvzQADgYKS0xb-vny5HLgKCH4Sa6HnELPmFcvE5aQ/s320/front.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5590290948337838978" /></a><br /><br />Tanto daría comentar el anterior, el primero, llamado como el solista y la banda. Pero es costumbre del blog comentar de a uno. En este caso, tanto daría; son muy similares, excepto la ligerísima diferencia en la producción (un poco más "liviana" en el primero, un poco más "pesada" en el segundo; pero apenas. Si se intercalaran las canciones de uno y otro casi no se notaría esa diferencia. De todos modos, si se escucha bien, el ruido es un poco mas "lleno" en éste -y vale hablar del ruido cuando se habla de Hound Dog Taylor y los Houserockers.<br />La impresión es la escuchar algo "mal tocado". En realidad fantásticamente tocado, pero "mal", es decir desprolijo, casi desafinado, no siempre perfectamente compacto. La sensación de música en vivo es permanente, por más que los músicos estaban encerrados en un estudio. Música suelta y despreocupada; o únicamente preocupada por su espíritu. El blues de Hound Dog Taylor, eléctrico y ágil, tendiendo casi siempre a la variante más alegre y rápida, es notable y diferente; diferente en el sentido de la diversión del ruido. Refrescante después de escuchar a tanto colega suyo que, en particular en esa época -1973-, se refinaba y "peinaba a la moda" en procura del éxito o la supervivencia comercial. Hound Dog Taylor no se peina, y es mejor por ello.<br />Datos destacables: son dos guitarras (baratas y japonesas, con los amplificadores en no muy buen estado, una de ellas haciendo el papel de un bajo, lo que suena en ocasiones como un curioso bajo fuzz) y una batería muy activa. Unos cuantos temas de Elmore James -influencia innegable-, varios propios -y muy buenos; "Sadie" en particular-, algunos instrumentales llenos de vitalidad. Y todo hecho así, como por gusto y sin inquietud, excepto la de pasarla bien y hacer pasar bien. Además la voz de Taylor, nasal y tan suelta y sin esfuerzo como todo lo que se oye.<br />No aburre y vivifica.<br />Es quizas uno de los mejores discos de blues que nos ha sido dado escuchar. Anotemos que Freddie King "tomó prestado" algún tema de Taylor para hacer su "Hideaway". Y que Taylor tocaba desde hacía muchos años antes de llegar al estudio de grabación (al principio de los setenta). Y que tenía seis dedos en la mano derecha. Y que un hombre fundó un sello discográfico con el fin exclusivo de hacerlo grabar. Y que el espíritu de Taylor es tan natural como el boogie al que alude el título. Y que varios músicos de los últimos años -fines de los noventa, principios de los dosmiles- intentaron e intentar recrear un sonido bluesero crujiente, agresivo y básico, sin bajo -ejemplo emblemático los White Stripes-, y sin embargo aquí está todo eso, en un par de discos más naturales y necesarios que los suyos.<br />Es una incógnita que B.B. King haya sido más famoso que Taylor. O tal vez en absoluto es una incógnita. Este sonido y estilo en 1973 parecería horrendo, tan protopunk como los Stooges. Sólo a esta altura de la historia puede ser apreciado por más amplias capas de la población mundial. Esperemos que así sea. Escúchenlo.<br /><iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/KX9UG8rqRRQ" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>Wild about you baby</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-4103389846537052272011-03-21T21:31:00.000-07:002011-03-21T21:38:31.836-07:00BARBED WIRE BLUES - Wilko Johnson<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAcGqjVtileZA_EQJXuzga0g01aoJudHNwUt3t7cSGcd0BlXRQxqiR1ARg8-ox6WIioNrZZa4aPZSkipRMlMZMw_6H6M5yA04oyoEwuPjd-g_IXpbU7LMoGp2ZbY2GhI-BejDm/s1600/5013145202623.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAcGqjVtileZA_EQJXuzga0g01aoJudHNwUt3t7cSGcd0BlXRQxqiR1ARg8-ox6WIioNrZZa4aPZSkipRMlMZMw_6H6M5yA04oyoEwuPjd-g_IXpbU7LMoGp2ZbY2GhI-BejDm/s400/5013145202623.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5586758938892359266" /></a><br /><br />A ver: desde que se fue de Dr. Feelgood, Wilko Johnson siguió un camino más bien menor, con discos que pedían la presencia, es decir la voz, de Lee Brilleaux o de alguien por el estilo. Es una gran pregunta por qué no buscó –como sí lo hizo con los músicos- a un buen intérprete, sin sus limitaciones vocales. ¿Cómo es la voz de Wilko Johnson? Aguda, débil, lastimera… Bastante inapropiada para su aguerrida y eléctrica música. Todos sus discos –desde los primeros con los Solid Senders hasta los últimos con el Wilko Johnson Trio (donde toca actualmente –curiosidades de la historia- el hijo del guitarrista de Yes, Dylan Howe)- sufren en mayor o menor medida de esas carencias canoras… Y no es que Johnson no pueda cantar; en ocasiones su voz es la indicada, como en algunos temas de Dr. Feelgood. Pero ¿un disco entero con ese lamento que se quiere intenso y se vuelve desesperado y tembloroso? Es apostar al fracaso. Agregaríamos: de hecho la apuesta por el fracaso triunfó. ¿Un hombre con el talento de Johnson, confinado a pequeñas salas y clubes? (y no se diga que es la esencia del así llamado “pub rock”; la tonta denominación es, como no podía ser de otra manera dada su tontería, un invento de periodistas, no de músicos, y el mismo Johnson, en sus años de gloria, declararía que el término en absoluto definía a una forma musical. Pero en fin, por comodidad, por obsecuencia, por arribismo, todos usamos el famoso término, que termina por confinar a algunos músicos de valía como Johnson, que debería en cambio ser considerado uno de los más eficaces, intensos y expresivos guitarristas del rock; de todo el rock, sin adjetivos inútiles). En fin…<br />Todo esto viene al caso, porque Barbed wire blues, vaya uno a saber por qué, aunque en una primera escucha parece proseguir el camino hacia la ruina vocal, se desvía y llega a buen puerto. Es sin duda un excelente disco de rock´n´roll, R&B o como se le quiera llamar a esa música rítmica y sucia, de origen negro y yanqui, tomada entre otros por los británicos y tomada en particular por Dr. Feelgood para construir si no un estilo propio, al menos un forma de expresión particular, reconocible, compartida. Es un excelente disco –como podían haber sido los anteriores a éste de 1995- porque además de las nítidas canciones de Johnson, nerviosas, directas y llenas de swing, la voz de Johnson por primera vez parece encontrar su espacio. Quizás sean los años; con los años y la práctica cualquiera mejora. Pero también es posible que aquí, la voz se permita cierta curiosa inexpresividad… que la mejora. En esto se parece a la guitarra, que logra una curiosa expresividad a partir de una curiosa monotonía casi robótica. Johnson toca como una máquina enloquecida, sin perder el tiempo en detalles ni en adornos (algo que debe agradecérsele al Señor), y si fuera un pintor, daría rápidos brochazos sobre la tela, quizás siempre con el mismo color. Bueno, aquí la voz adquiere ese color. Se vuelve así más intensa, más necesaria, más justificada. En cierto modo –y aunque la comparación parezca caprichosa- se puede pensar en John Lydon, en su canto siempre igual, siempre más cerca del cántico que de la melodía –si bien, desde luego, no hay dos músicas más disimiles que la de Johnson y la de Lydon (sin embargo, en algunos temas de este disco, se puede imaginar sin problemas la voz de Lydon; y de hecho sería un experimento interesante –que probablemente jamás se hará- invitar al Sex Pistol y PiL a una sesión de grabación con Wilko Johnson. Ese sería un disco excepcional).<br />Mientras no exista ese disco imaginario, tenemos éste, que se le acerca bastante.<br /><iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/zvyiOciSkJ0" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>Barbed wire blues</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-75168651346659483952011-02-24T17:08:00.000-08:002011-03-01T09:47:41.607-08:00BE SEEING YOU - Dr. Feelgood<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzIbtXCsDWP_nKqB7ksUPKD8Nj7cl_zC3nrAd-obuSnTJmlUZJTb_XsoZkgH-JnPHNEX_3MqrmwarvqKtQW6lW7UDnmBXHZ6M4tLOPLOlXjAuXKvN2lDTBQNORiw76k-DLXfrv/s1600/51jCBwtWiHL__SS500_.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzIbtXCsDWP_nKqB7ksUPKD8Nj7cl_zC3nrAd-obuSnTJmlUZJTb_XsoZkgH-JnPHNEX_3MqrmwarvqKtQW6lW7UDnmBXHZ6M4tLOPLOlXjAuXKvN2lDTBQNORiw76k-DLXfrv/s320/51jCBwtWiHL__SS500_.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5577435687184964082" /></a><br /><br />Se puede estar de acuerdo: los tres primeros discos de Dr. Feelgood muestran al mejor Dr. Feelgood "que el dinero puede comprar". Pero eso tiene la relatividad de todas las cosas, porque nada es definitivo; si bien esos discos cuentan con la firme, simple e inmediatamente reconocible guitarra de Wilko Johnson, y son en sí mismos firmes, simples e inmediatos de un modo que después Dr. Feelgood -incluso cuando lo intenta- no lo será, es imposible dejar de lado buen parte de la obra posterior. Bueno, "imposible" no; de hecho muchos lo hacen. Mírese las reseñas en internet.<br />Empero, es perderse de algo. Por ejemplo del primer disco sin Johnson. Éste.<br />El reemplazante Mayo -un guitarrista mucho más hábil en el sentido técnico (y cuando decimos "técnico" queremos decir "profesional", es decir "que sabe tocar"), sin el carácter del otro pero con sus propios méritos- hace sin duda un muy buen papel. En cierta medida se echa de menos a Johnson; en cierta medida, Johnson <em>es</em> Dr. Feelgood. Pero sólo en cierta medida, y vale ir más allá. Por ejemplo, ir a que en cierto modo este disco es más grato que los anteriores. Grato: Dícese de lo que gratifica con facilidad. Compréndase que no estamos diciendo que es mejor.<br />Estamos diciendo en cambio que se escucha de principio a fin con mucho placer. Un placer un poco insustancial, quizás... Menos salvaje y tosco que los anteriores. Pero en fin: tenemos muy buenas versiones (en particular "Ninety nine and a half"), y sorprendentes temas nuevos. Sorprendentes: porque antes ningún miembro de la banda que no fuese Johnson componía. Ahora sí, y lo hacen bien.<br />Un poco de historia, aunque eso lo consiguen fuera de aquí (en gran medida es lo que consiguen). Se esperaba el fin de Dr. Feelgood, y la estrella ascendente de un Johnson solista, y aconteció lo contrario. Además esto lo produjo Nick Lowe. (Más adelante, Lowe haría otra buena cosa con Feelgood, casi convirtiéndolo en una digna banda new wave: "A case of the shakes". He ahí otro ejemplo de no todo puede atribuirse a Johnson, no).<br />Bueno, ¿qué más pretenden? De Dr. Feelgood casi solamente pueden pretender R&B a la manera inglesa (piénsese en los primeros Rolling Stones) y eso incluye el rock´n´roll al estilo de los años cincuenta... y poco más. Pero si se quiere eso, aquí se tiene en abundancia y en gran forma. Y no sé para qué escuchar otra cosa, digo, si se quiere eso.<br />Un lindo disco, en verdad.<br /><iframe title="YouTube video player" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/e6oSM8lhc84" frameborder="0" allowfullscreen></iframe><br /><em>She´s a wind up</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-57807167771058157532011-01-05T07:24:00.000-08:002011-04-05T19:21:51.228-07:00NATIONAL RANSOM - Elvis Costello<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLMdE0wBwzD1fmKmw9Wdz7izRdIKfj01twATiRLc6NulRZ8V1w896_kqJRL3x0XJklO4texwuE5FJ2B4usbRdpltOJOGRUrt-zVrhlbEPfDjzCZjyIqvDS_Gj4icH4TcmLuKwP/s1600/71ADmS88C+L._SL500_AA300_"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5558734844476113938" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 300px; CURSOR: hand; HEIGHT: 300px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLMdE0wBwzD1fmKmw9Wdz7izRdIKfj01twATiRLc6NulRZ8V1w896_kqJRL3x0XJklO4texwuE5FJ2B4usbRdpltOJOGRUrt-zVrhlbEPfDjzCZjyIqvDS_Gj4icH4TcmLuKwP/s320/71ADmS88C%25252BL._SL500_AA300_" border="0" /></a><br /><div><br /><div>Demoramos en publicar algo nuevo, pero en este caso se justifica por la duda de incluir un disco más de Costello luego de haber comentado recientemente uno... Sin embargo, también se justifica comentar éste, por una simple razón: es tan bueno.</div><br /><div>Primero debe combatirse el extendido prejuicio: que un artista veterano no puede producir jamás algo que se asemeje en calidad y relevancia a su obra joven. Prejuicio extendido únicamente en el mundo del rock y del pop, ya que en cualquier otra área artística se lo consideraría risible y hasta reaccionario. ¿Por qué la sangre joven valdría más que la experiencia? En este disco, Costello demuestra ser un constructor; alguien que, más allá de los supuestos "desvíos estilítisticos" que se le reprochan explícita o implícitamente, sabe ir escalón por escalón, aprendiendo y absorbiendo novedades, tanteando y por fin llegando a síntesis. En suma, este disco tiene la misma validez como cumbre que trabajos previos como <em>Armed Forces</em> de 1979. Diríamos más: este disco es quizás tan bueno como Armed Forces. Aclaramos que "bueno" no quiere decir "igual". No podría haber dos discos más diferentes, al menos en la superficie: aquí no hay un sonido brilloso, colorido y plástico, al contrario, es mate, nítido, denso, casi terroso; aquí no hay ese entusiasmo cínico e ingenioso que es la márca de fábrica del primer Costello, sino un deseo piadoso y a la vez agresivo de contar historias individuales más bien tristes en medio de un panorama de fracaso socioeconómico generalizado; aquí no se usan metáforas militares para comentar las relaciones de poder en el amor, sino que hay un constante lamento por el fracaso de un sistema de vida que estaba condenado al fracaso... <em>National Ransom</em> es tan político, indirecto y lúcido como <em>Armed Forces</em>. Y es la obra de un autor de más de cincuenta años de edad, no la de un chico. Sólo que ese autor fue ese chico, y se nota. Pero no intenta imitarlo. Costello ha sabido, como casi nadie en el rock, madurar. Su producción está acorde a quién es. Las pocas veces en que no lo ha estado (<em>Blood and chocolate</em>, <em>Brutal Youth</em>) fracasó. En cambio, aquí tenemos un severo éxito, un trabajo que no ha sido canonizado como uno de los mejores suyos simplemente por ese prejuicio estúpido sobre la edad. Hagamos una apuesta: con los años eso cambiará, y veremos a <em>National Ransom</em> integrado frescamente a la cansina lista de <em>My aim is true</em>, <em>This year's model</em>, <em>Imperial Bedroom</em>, etc.</div><br /><div>Es la culminación de la segunda etapa de la carrera de Costello. Todos sus músicos, todos sus mejores colaboradores y una maestría radical sobre los estilos antes tentativos. Si no lo escuchan, se lo pierden. No lo descubran mañana, hoy está fresco. Hoy está vivo.</div><div></div><div></div><br /><div></div><br /><div></div></div><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/pqRMWEaSYXw?fs=" hl="es_ES" width="480" height="385" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" allowscriptaccess="always"></embed><br /><em>One bell ringing</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-71517080532844435602010-07-17T16:30:00.000-07:002010-07-19T16:31:23.211-07:00WHEN I WAS CRUEL - Elvis Costello<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNb3RdzvRwkgS4emB7X7_z_KTAP6qxV8h7TAcBQD540PIklbipTgFd67OWQn8oxIqtlo_IdkZ0MM9nkyizFVebrpfKdeeLuOyn_SWwpLw7zYGMZIZ2NPWF5Ox_kBf8h_REwmvC/s1600/elvis_costello_-_when_i_was_cruel.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 319px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNb3RdzvRwkgS4emB7X7_z_KTAP6qxV8h7TAcBQD540PIklbipTgFd67OWQn8oxIqtlo_IdkZ0MM9nkyizFVebrpfKdeeLuOyn_SWwpLw7zYGMZIZ2NPWF5Ox_kBf8h_REwmvC/s320/elvis_costello_-_when_i_was_cruel.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5495761347887525378" /></a><br /><br />Como casi todos los domingos en la tarde, Don Gonzalo y Don Paredes se reúnen para evaluar discos. Son gente cuarentona y rara vez discuten sobre músicos jóvenes; es muy posible que ni siquiera sospechen su existencia. O más posible aún, que la desprecien. Esto es ignorancia, sin duda, y gran cerrazón, pero no los juzguemos con demasiada dureza: son personas mayores, con las inevitables taras que da la vida.<br />Recordemos: <em>Don Gonzalo </em>es un pretendido dandy (algo que sólo él cree, ya que nadie que lo vea pensaría lo mismo), que trata de vestir a la moda y hasta con alguna tímida exuberancia (algún toque de color que a él le parece atrevido y a alguien veinte años menor, aburrido) y en esta ocasión le ha tocado elegir el lugar de encuentro: para su alivio (porque detesta los olorosos bares que elige Don Paredes) están hoy en una luminosa cafetería con sillones rojos y mesitas hexagonales, olorosa únicamente de café. Allí se reúne gente con ropa bien planchada, muy distinta a la vestimenta vieja, arrugada y casi siempre rota de <em>Don Paredes</em>, un personaje más anciano que su edad, barbado, canoso y obeso que suele mirar con insolencia y hablar en un tono intimidatorio.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Bien venido, Don Paredes, y como usted sabe, hoy elijo, además del lugar de encuentro, el disco a debatir.<br /><em>Don Paredes</em>: Veremos qué eligió, porque siempre es algo que yo suelo desconocer o conocer poco. Soy un muchacho popular, no como usted.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Cada diferencia es, en cierto modo, una virtud. Mire, no sé si lo conoce, pero me decidí por <em>When I was cruel </em>de Elvis Costello, un disco sobre el que por lo menos habrá leído en internet, ya que en su momento -año 2002- se alabó mucho.<br /><em>Don Paredes</em>: Leí y escuché. Pero tendría que haber imaginado que elegiría a Costello. Es la clase de músico que usted aprecia y que yo no comprendo, más allá de sus primeros discos de los años 70 del siglo pasado, que no están mal. Después, se desdibujó completamente. Quiso ir en mil direcciones y fracasó en todas.<br /><em>Don Gonzalo</em>: No sería tan severo. De todas maneras, este <em>When I was cruel </em>parece, por un lado, buscar las fuentes de los primeros trabajos y, por otro, adaptarlas a los tiempos actuales. Digo mal: no es "por un lado y por otro" sino que se trata de uno solo. Esta fortaleza tiene el disco. Suena como el primer Costello (hasta donde eso es posible, ya que ningún ser humano sigue siendo lo que fue) y a la vez como uno muy nuevo, con buena adquisición de sonidos electrónicos, hasta de hip hop.<br /><em>Don Paredes</em>: Hip hop... Qué estupidez. Está bien que un muchacho negro de Nueva York haga hip hop, es su cultura, pero que después todos vengan y quieran hacer lo que el muchacho negro... Me imagino a Costello bailando como el chico ágil y callejero y no sé si me río o lloro.<br /><em>Don Gonzalo</em>: No se lo imagine porque nada aquí hace pensar en eso. La adaptación es muy buena, ya lo dije, se integra con bastante naturalidad a la música típica de Costello. Con esto, no digo que me fascine; prefiero un sonido todavía más natural, como el que logró unos años después en <em>Momofuku</em>. Pero no importa. Si bien la producción no es impecable (a veces satura y hay que bajar el volumen, en particular debido a esos bajos estruendosos, como si hubieran querido destacar al nuevo bajista y así continuar la pelea que Costello mantiene con el anterior Bruce Thomas, de un toque más sutil y complejo), si bien no es impecable, decía, es por lo menos interesante y distinta. Eso es un valor.<br /><em>Don Paredes</em>: Lo será. Pero ¿y las canciones? Porque esa es la carne que ponemos en el asador, no me hable de las papas que acompañan.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Las canciones, con el defecto habitual del Costello post-<em>Blood and chocolate</em> -disco tan alabado por muchos y que sin embargo marca el comienzo del "esfuerzo laríngeo" como le llamo yo: es decir una manera forzada de cantar, bastante antitética con las modulaciones previas, que en general salvaban y destacaban su actuación como cantante carente de una voz agradable pero muy hábil y expresivo. Además -volviendo a las canciones- con el otro defecto que nació con aquel disco: el otro esfuerzo, el de ser "rockero" a toda costa, incluso cuando no se tiene ganas. Ya se sabe que Costello es muy capaz de varios géneros, y que el rock`n'roll es apenas uno de ellos, ni siquiera el de su primera elección. Lo mejor es, casi siempre, esa mezcla de melodía pop de los sesenta, beatlesca y con algún toque de jazz y de soul. Bueno, me alegra decir que, más allá de las rigideces rockeras autoimpuestas (vaya uno a saber por qué extraña razón, aunque es sospechable el deseo de congraciarse con algunos viejos fans poco lúcidos), más allá de algunas fallas, digo, me alegra comprobar que aquí, por primera vez en muchos años, Costello recupera buena parte de la gracia. Vuelve a ser el melodista inspirado, cristalino y personal. Por momentos -y parece milagro- vuelve a cantar a la vieja manera, lo cual emociona y se agradece. Incluso diré que ciertas canciones rockeras no son malas y se benefician de la producción más potente, sucia y electrónica, propia de la década del doble cero. Hago una nueva referencia al futuro <em>Momofuku</em>; ahí recuperaría, terminaría de recuperar también la naturalidad para el rock. Alabado sea el Señor. El Señor Costello, claro.<br />Don Paredes: No sé. A mí me parece un disco más de Costello, uno de tantos, con la particularidad de que dos o tres temas se destacan y se parecen al Costello de antes... No es mucho.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Bueno, entonces dígame qué es mucho. A nuestra edad, deberíamos saberlo.<br /><em>Don Paredes</em>: A mi edad, lo único que sé es que no aguanto las repeticiones.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Entonces, si me permite, usted va a terminar mal. En la vida llega un punto en que las cosas se repiten, no todo puede ser novedad, y vale descubrir que hay cierto sentido último en eso. Y no es poca cosa que, en contadas y muy mágicas ocasiones, lo que se repite son las virtudes y la bravura de nuestra juventud. Qué regalo. Piénselo.<br /><em>Don Paredes</em>: Qué frases las suyas, no me permitirán dormir esta noche.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Borre la sonrisa irónica. En el fondo, sabe que tengo razón. Y que Costello tiene razón. <em>It was so much easier when I was cruel</em>.<br /><em>Don Paredes</em>: Se tomó la molestia de leer las letras... Admirable.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Algo que hago desde mi juventud.<br /><em>Don Paredes</em>: Salud.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Salud.<br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/GhqIKAE7jrA&hl=en_US&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/GhqIKAE7jrA&hl=en_US&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br /><em>When I was cruel nº 2</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-73559377199240132372010-07-07T19:08:00.000-07:002010-07-08T08:47:50.905-07:00PIPES OF PEACE - Paul McCartney<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipBJd0Fn3P0850Mcwhv5YN0KsPuRm3nLjtNjlbrOU1wlA-iDR8m6jtH524RFqo3umxOHuiW5XXqNT_xrSIXmI1_kyYAnrXEjD4BNP-xYiGiwzPE7j5sR5peSbioqgfQ8ZMwfcDzw/s1600/pipes+of+peace.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 302px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipBJd0Fn3P0850Mcwhv5YN0KsPuRm3nLjtNjlbrOU1wlA-iDR8m6jtH524RFqo3umxOHuiW5XXqNT_xrSIXmI1_kyYAnrXEjD4BNP-xYiGiwzPE7j5sR5peSbioqgfQ8ZMwfcDzw/s320/pipes+of+peace.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5491350316355407442" /></a><br /><br />Nada mejor para evaluar este disco que dividir a quien redacta estas líneas en dos personajes: Don Gonzalo y Don Paredes.<br /><em>Don Gonzalo </em>es un cuarentón con resabios de infantilismo; a pesar de sus ojeras y de unas incipientes marcas en los costados de los labios, viste más bien a la moda juvenil -hasta donde se lo permite su magro presupuesto- y sonríe bastante, con dulzura. Es rubio, delgado, femeninamente guapo y usa patillas. <br /><em>Don Paredes</em>, en cambio, aunque también cuarentón, parece más cercano a la cincuentena, y muy amargo. Despeinado, canoso, sucio, grueso, mal vestido -su viejo buzo escote en V luce varios agujeros de polilla-, con una desagradable barba larga y manchas de nicotina en los dedos índice y medio, se sienta con aplomo y casi desafío en la silla del lúgubre bar donde citó a Don Gonzalo. Don Gonzalo, delicado como es, no está a sus anchas sentado en semejante tugurio, pero lo disimula y sonríe.<br /><em>Don Paredes</em>: El tema de hoy: "Pipes of peace" de McCartney.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Lo sé. Me tomé el trabajo de escucharlo una vez más, en mi i-pod, minutos antes de venir.<br /><em>Don Paredes</em>: Espero que no le haya agujereado el cerebro, mi amigo. Mucha paciencia debí tener para escucharlo <em>una sola vez</em>, hace años.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Eh... Supongo que uno debe escuchar más de una vez, si pretende evaluar.<br /><em>Don Paredes</em>: ¡No con ese disco! Una sola es suficiente y hasta diría que un exceso.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Comprendo. Usted, como muchos otros, lo considera uno de los tantos nadires de McCartney.<br />Don Paredes: ¿Uno de los tantos qué?<br /><em>Don Gonzalo</em>: Uno de los tantos puntos bajos.<br /><em>Don Paredes</em>: ¡Eso es obvio!<br /><em>Don Gonzalo</em>: No.<br /><em>Don Paredes</em>: Sí.<br /><em>Don Gonzalo</em>: No.<br /><em>Don Paredes</em>: ¡Sí! Pero ¿qué huevada está diciendo? ¿Que el "Pipes of peace" vale algo? ¡Es un mamarracho comercial, que el imbécil de McCartney escribió en sus ratos libres, bobeando como siempre!<br /><em>Don Gonzalo</em>: McCartney bobea siempre, siempre bobeó y esta no es la excepción. Sin embargo, aquí con buenos resultados. Digo más: es mi disco favorito de McCartney como solista.<br /><em>Don Paredes</em>: Ah, bueno, amigo, confirmo entonces que le agujereó el cerebro. La tecnología es peligrosa, nunca se sabe los efectos que puede tener sobre la salud...<br /><em>Don Gonzalo</em>: Gracias por la preocupación, pero no; insisto: de lo mejor de McCartney como solista. No tomo en cuenta a Wings, que es una banda.<br /><em>Don Paredes</em>: Una banda de ladrones. <br /><em>Don Gonzalo</em>: Quizás por eso "Band on the run" es mejor. Pero este agradable, quizás liviano "Pipes of peace" tiene grandes méritos.<br /><em>Don Paredes</em>: El de existir no es uno de ellos.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Recuerdo mañanas y tardes de mi juventud, con canciones de este disco sonando en la radio.<br /><em>Don Paredes</em>: Y yo recuerdo una vez que granizó tan fuerte que se me rompió la chapa de zinc del rancho... ¿Qué importa eso? ¿Qué tiene que ver?<br /><em>Don Gonzalo</em>: Nada, y siempre coincidimos, Don Paredes, en que la nostalgia no es la mejor consejera a la hora de opinar sobre música. Así sólo logramos que los jóvenes se rían de nosotros.<br /><em>Don Paredes</em>: Se ríen de todos modos, es una cuestión hormonal... Pero dígame ¿qué méritos le ve al adefesio?<br /><em>Don Gonzalo</em>: Éste: uno lo escucha de principio a fin, y el agrado es incesante. Además, las mañanas y las tardes de mi juventud, que no traigo a colación como un mero ejercicio de nostalgia, sino como una comprobación de que aquí hay algo bueno, ya que en mis años mozos solía detestar cualquier cosa que pasaran por la radio. Generalmente, eran muy malas. Imagínese: principios de los ochenta...<br /><em>Don Paredes</em>: Y este es un disco de esa asquerosa época.<br /><em>Don Gonzalo</em>: Sí; ese es su mayor mérito. Un producto innegable de la época y, sin embargo, placentero. Por otra parte, ¿qué otra cosa pretende usted de McCartney que música placentera, hecha con algún grado de inteligencia a pesar de las tontería inevitable? McCartney es tonto y lúcido a la vez. Genial y chapucero. Todo junto. No hay una cosa sin la otra, en su caso. Y no siempre es un problema. Aquí, no lo es.<br />Don Paredes: Escúcheme. ¿"Average person" es genial? Idiota sin duda, pero ¿dónde quedó ahí la genialidad?<br /><em>Don Gonzalo</em>: "Average person", aunque lejos de la gloria, es una canción que no está tan lejos de los Beatles... Es lo que podrían haber sido los Beatles sin John Lennon. Tiene cierto ingenio. Y aunque falla en su pretensión de ser ingeniosa, no censuro ciertos versos. Como el que hace referencia a la falta de suficiente estatura de cierto boxeador... Diga lo que quiera sobre McCartney, pero siempre mete cosas un poco extrañas en las canciones que parecen más rastreras. Además, en este caso, la música es animosa, aunque nada del otro mundo.<br /><em>Don Paredes</em>: ¡Pero este disco es nada al lado del anterior, "Tug of war"!<br /><em>Don Gonzalo</em>: Nada peor, e incluso, diría yo, <em>muy</em> superior. De paso le informo que detesto "Tug of war". Ese sí que es McCartney buscando el éxito a cualquier precio, trayendo a George Martin para una producción brillosa que hace arder los oídos... Éste, en cambio, es un McCartney más relajado, siendo él mismo, con Martin también pero sin la preocupación por ese brillo de FM de los ochenta, que todo lo arruina. La prueba es que aparece Michael Jackson en dos canciones y están muy bien, son impetuosas y amables, muy lindas. A priori uno pensaría que la combinación sería siniestra... y no lo es. Muy por el contrario. Además, no hay ninguna pretensión, todo es libre y lícito, es la perfecta conjugación, para mí, de la espontaneidad de McCartney con el profesionalismo de McCartney; dos aspectos que suelen aparecer por separado en su obra, y aquí, por fin, unidos.<br /><em>Don Paredes</em>: Todo eso es muy subjetivo...<br /><em>Don Gonzalo</em>: No existe otra cosa. ¿O todavía cree en la crítica como ciencia? Tal vez lo sea, pero muy rara vez. Tan rara que es lo mismo que cero. Sea como fuere, esta es mi opinión.<br /><em>Don Paredes</em>: ¿Sabe una cosa? Le rompería la cara, pero atento al modelo de amor y paz que mostraba aquel viejo video de la odiosa canción que da título a este antojadizo y flojo disco, voy a hacer las paces con usted.<br /><em>Don Gonzalo</em>: I light a candle to our love.<br /><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/--uXQQ0h-yQ&hl=en_US&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/--uXQQ0h-yQ&hl=en_US&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br /><em>Pipes of peace</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-37397996697584507382010-06-30T18:37:00.000-07:002010-06-30T19:17:47.839-07:00CURE FOR PAIN - Morphine<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiOlgzM9p640HtYxzgeL7Xi77Cxo0Oi6eGnphPbfgr2aa96baHBTiVVIHkYIhJCqLXxtWEAWIhgpp7mbxTFInJ5bcAeJ-VArwDkJUiVMdyCxFkcHLBptbuTo2gv05lhcIVdVpe/s1600/CURE+FOR+PAIN.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiOlgzM9p640HtYxzgeL7Xi77Cxo0Oi6eGnphPbfgr2aa96baHBTiVVIHkYIhJCqLXxtWEAWIhgpp7mbxTFInJ5bcAeJ-VArwDkJUiVMdyCxFkcHLBptbuTo2gv05lhcIVdVpe/s320/CURE+FOR+PAIN.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5488754243679953938" /></a><br /><br /><div>Pregunta sólo útil para pasar el rato: ¿Por qué Morphine no fue más popular? Fue suficientemente popular, obtuvo cierto grado de éxito, pero si se piensa en una banda más vieja -por ejemplo The Police -que en cierto modo es peor pero que también en cierto modo modificó la forma del rock -y de un modo bastante insular, como Morphine (nadie puede inspirarse en The Police ni en Morphine y no parecer una copia)-, no se comprende por qué la banda de los noventa no se impuso. Tal vez no es para lamentar. Y tal vez, sin la muerte súbita de Mark Sandman, Morphine iba por ese camino. No importa. La historia está cerrada.</div><br /><div>Parte de la historia de Morphine es este disco, juzgado como el mejor de su carrera.</div><br /><div>Después de escucharlo varias veces -después de escuchar la discografía completa de Morphine (rarezas y bootlegs incluidos) varias veces- no podemos llevar la contraria.</div><br /><div>Este es, en algún sentido, el mejor disco de Morphine. Cabe aclarar cuál es ese sentido.</div><br /><div>Bueno, es éste: tiene el mayor número de buenas canciones, y en verdad no hay temas de relleno (segundones sí). El único defecto -lo único que consideramos un posible defecto, comparando- es que no hay tanta experimentación. No siempre amamos los experimentos de Morphine, pero no se debe olvidar <em>que toda la música de esta banda fue un experimento</em>. ¿Quitar la guitarra eléctrica, sustituirla por un saxofón? ¿Quitar dos cuerdas al bajo y tocarlo como una guitarra <em>slide</em>? La concepción de Morphine es, en sí, un experimento. Uno que por lo general funciona.</div><br /><div>Pero en discos posteriores -pensamos en <em>Yes</em> y en <em>The night</em>- el experimento es más radical, o al menos más notorio. Escuchamos ciertos temas y pensamos: Están experimentando. Y en esos dos discos, esas radicalidades evidentes suelen funcionar. Eso falta en <em>Cure for pain</em>. </div><br /><div>Que parece -escuchado hoy, con oídos que conocen la historia- el disco clásico de Morphine. Donde Morphine se acerca más a la idea que nos hacemos de Morphine. Resulta menos desafiante y más agradable. En cierto modo, más logrado. Pero nos resistimos a desmerecer a los otros. En particular, al liviano y alocado <em>Yes</em> y al denostado <em>Like swimming</em>.</div><br /><div></div><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/yNEYKrFJgRo&hl=en_US&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/yNEYKrFJgRo&hl=en_US&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br /><em>Buena</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-633784193169201482009-10-30T22:03:00.000-07:002009-11-01T17:36:31.781-08:00BETWEEN THE BUTTONS - The Rolling Stones<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ffsdq-5GJFQejyDItvU6Yfch3Mj7Pf0S_G5zmmE9ZLfcyx8y87K6BViCJwS9ilxvXWPummhBWDab8QIvM7IthUTUHnsujfDNVEk6ITomSuzGEFWeyJHe4s7nWtnYzVohLtmt/s1600-h/Buttons%2520cover%2520pic.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 388px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3ffsdq-5GJFQejyDItvU6Yfch3Mj7Pf0S_G5zmmE9ZLfcyx8y87K6BViCJwS9ilxvXWPummhBWDab8QIvM7IthUTUHnsujfDNVEk6ITomSuzGEFWeyJHe4s7nWtnYzVohLtmt/s400/Buttons%2520cover%2520pic.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5399228917416380802" /></a><br />Hay un motivo para que este disco de 1967 no sea recordado como un clásico: los temas carecen de los "ganchos" inmediatos de los Rolling Stones. Y hay otro motivo: aquí los Rolling Stones parecen delicados.<br /><br />Pero es un lindo disco. Vale la pena seguir de cerca el espíritu más bien experimentador (si bien nunca realmente novedoso: lo que parece novedoso es un reflejo de experimentos ajenos, de los Kinks en lo musical, de Bob Dylan en lo letrístico) y vale la pena disfrutar de la mezcla del experimento con cierta potencia no del todo perdida de R&B. En cierto modo, este es un lugar adecuado para ubicar el paso del rock´n´roll al rock.<br />Y por supuesto, como en casi todo disco de la época, abunda la frescura y cierto grado de entusiasmo liberador. Uno desearía -al menos nosotros lo desearíamos- que los Rolling Stones no hubieran abandonado totalmente esta posibilidad que aquí plasmaron. Pero los tiempos siempre cambian, la gente siempre envejece... en fin: tampoco nosotros decimos novedades.<br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/bD9iUyE2xIE&hl=en&fs=1&"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/bD9iUyE2xIE&hl=en&fs=1&" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /><em>All sold out</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-43547348682945332392009-01-01T12:05:00.000-08:002009-11-01T17:38:35.053-08:00RUSHES - The Fireman<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3DzIpYeq9oeRCyTBLF-vlJ4BfsiFRV-sH_Ljd_sKQw03nJNDvJfSN7hp9a6IFX2Fc0lA34vd-KEu-pkNmclUPXn-zzE0zTrI1HE8kAkl0fVCxq8MET_29IXD7nKGl7ifqXcwE/s1600-h/FiremanRushes.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 320px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh3DzIpYeq9oeRCyTBLF-vlJ4BfsiFRV-sH_Ljd_sKQw03nJNDvJfSN7hp9a6IFX2Fc0lA34vd-KEu-pkNmclUPXn-zzE0zTrI1HE8kAkl0fVCxq8MET_29IXD7nKGl7ifqXcwE/s400/FiremanRushes.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5286429729765263026" /></a><br />Es un momento oportuno para rescatar este disco de 1998. Decimos "rescatar" porque no es muy conocido; no entra en la categoría de lo "popular". Y el momento es oportuno, porque la colaboración entre Paul McCartney y Martin "Youth" Glover cobró en los últimos meses gran notoriedad. En cambio cuando <em>Rushes</em> vio la luz, esa colaboración, aunque ya no era secreta, no se promocionaba. Ni McCartney ni Youth se hacían cargo del disco.<br />Lo bueno de The Fireman es su impredecibilidad. Si bien siempre cabe esperar el elemento electrónico, éste aparece cada vez de un modo diferente y, sobre todo, con diferentes intenciones. El primer disco había sido un muestrario de <em>mixes </em>del mismo tema <em>dance</em>. Un producto para discotecas. El tercero, recientemente publicado, es una colección de canciones espontáneas trabajadas en su enorme mayoría desde la electrónica. El segundo, que aquí nos ocupa, es o parece ser en primera escucha un producto para la "relajación". Atmósferas envolventes, abstractas y pacíficas, música de fondo, música ambiental, música-mueble. Sin embargo, creemos que es algo más. Mucho más.<br />Para empezar, es un trabajo intrincadísimo. La atención puesta en el detalle, en la superposición de capas sonoras, la recolección de fragmentos, la riqueza de color instrumental, la sabiduría en la dosificación de la repetición hipnótica y, para decirlo en una palabra, la musicalidad, elevan al disco y al oyente. Podría afirmarse -nosotros lo hacemos- que este es uno de los mejores trabajos en los que ha participado McCartney desde la separación del famoso cuarteto portuario.<br />El carácter de trabajo ocasional, no "oficial", parece ser una liberación para el talento del músico británico.<br />Creemos que aquí es donde brilla más -sin dejar de lado, por supuesto, el fundamental aporte de Youth, un productor muy inspirado-. De todos modos, el resto de la obra del bombero es igualmente recomendable y de alta calidad.<br /><em>Rushes</em>, en particular, por su enorme amplitud y su misterio hace recordar al universo. Y si la hipérbole no convence, digamos que se puede escuchar muchas más veces que un disco de canciones, porque es dificil de aprender y de aprehender. Nosotros, que lo escuchamos desde hace cuatro años y que tenemos buen oído, sólo hemos identificado y memorizado tres o cuatro líneas melódicas. Es un mundo frondoso en el que vale la pena internarse.<br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/ICtFZMBX6m4&hl=es&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/ICtFZMBX6m4&hl=es&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /><em>Watercolour guitars</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-18667611851938489782008-09-02T07:47:00.000-07:002009-02-23T08:13:26.291-08:00BRUTAL PLANET - Alice Cooper<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsgRqYAdQKgYi6n1u9WbKx4TDIiTiO_8259M4IEpOL3xFNoFpJmL79HPkvLeHXdv5JCYS_fW_rpSCJN57uu9gUNrws-Z4xGLvWd9StIjGCs5tv38_wACz1NgC0pNSoRMwB2N9o/s1600-h/alice_cooper_-_brutal_planet-_front.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsgRqYAdQKgYi6n1u9WbKx4TDIiTiO_8259M4IEpOL3xFNoFpJmL79HPkvLeHXdv5JCYS_fW_rpSCJN57uu9gUNrws-Z4xGLvWd9StIjGCs5tv38_wACz1NgC0pNSoRMwB2N9o/s320/alice_cooper_-_brutal_planet-_front.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5241465543192208946" /></a><br /><br />Durante décadas -y quizás desde el principio, cuando eran una banda y no un solista y sacaban discos psicodèlicos y ligeramente zappianos- Alice Cooper se dedicó a tomar lo que sonaba en el entorno y, en el mejor de los casos, darle un giro distinto. Esto no es un reproche ni una desestimación, ya que, casi siempre, lo hizo/lo hicieron bien, y no cabe duda de que tanto la banda como el solista tuvo/tuvieron, al menos a partir del tercer disco, una personalidad propia. Por no hablar de los aportes teatrales, cuya idea no les pertenece pero que desarrollaron/desarrolló de una manera inesperada y a unos extremos espectaculares que no se conocían en el mundo del rock. Asimismo, encarnó/encarnaron la imagen de perversidad asustadora de padres que mucho más tarde encarnó -pero peor- Marilyn Manson. Por último, la música casi siempre fue de buena calidad, aunque aquí llegamos al punto que nos interesa.<br />La banda siempre hizo música digna y en ocasiones excelente. El solista, sólo en contados momentos, a pesar de su evidente profesionalismo y frecuente entusiasmo. No se pueden desechar discos solistas como <em>Dada</em> y <em>The last temptation</em>, pero en general se acentuó la adhesión al sonido imperante en cada época y no siempre con resultados atendibles. El éxito comercial tan ansiado por la persona que se hace llamar Alice Cooper fue esquivo a partir de la década del ochenta. También el logro artístico.<br />Por todo ello, sorprende que <em>Brutal Planet </em>de 2000 sea tan sólido y uno de los mejores discos solistas de Cooper, si no el mejor.<br />Curiosamente, en este caso, la actualización constante jugó a favor.<br />Quizás el formato de la época le convino; su discípulo Manson se había impuesto y los sonidos metálicos industriales de Nine Inch Nails y Korn se adecuaban a lo siniestro y espectacular. La imaginería del planeta brutal -cuyo horror se parece más al de los noticieros de la CNN y el futurismo pesimista al estilo <em>Mad Max</em> que a las viejas fantasías góticas de Cooper- se adecua a su vez a ese formato. Lo cierto es que el disco refuerza las virtudes de Cooper como cantante, compositor y letrista y elude sus defectos (ciertos excesos <em>all american</em> dignos de Broadway y cierto empecinamiento en el cine de terror clase Z). Por supuesto, no existe ninguna sutileza, a todo se le llama por su nombre y se puede echar de menos el humor. Sea como fuere, hay un tono de relativa seriedad (hasta donde eso es posible en el payaso que íntimamente es Cooper) y, más precisamente, de sobriedad, que beneficia a la propuesta. <br />De todas maneras, no todo puede atribuirse a una afortunada combinación de artista y estilo de época. Eso no alcanza para explicar la contundencia y la calidad evidentes. Tal vez la sinceridad de Cooper jugó un papel importante. El artista suele declarar en los reportajes que sólo teme a dos cosas: a la realidad y al demonio. En esta obra esos terrores se amalgaman a la perfección y le dan la credilidad necesaria.<br />No dejemos de lado los aportes del productor Bob Marlette, coautor de los temas y hacedor de un sonido limpio, intenso, denso y, aunque no lo parezca pues tiene cierto aire de simplicidad, elaborado.<br />Un disco muy recomendable, de uno de los pocos artistas de la vieja guardia del rock que aun logra obras comparables a las de su juventud gloriosa. Su personaje -que no envejece- se lo posibilita. También su relativa falta de pretensiones.<br />Larga vida a Alice Cooper.<br /><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/Cn4hR7V0_9M&hl=en&fs=1"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/Cn4hR7V0_9M&hl=en&fs=1" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object><br /><em>Gimme</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-35387884726114481802008-05-04T14:36:00.000-07:002009-02-23T08:13:48.861-08:00STORMBRINGER - Deep Purple<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhauNcvr7v7QwfPH1zvuu6Jfk6Vj5B_mI5XZnkr91ZWFoPH_MrBNiYV4O0PhkRpvDFbRcuwnZyBzpvtlPQTgJLf18xhIkTztULLlngHdVhcboe7tQxJhzSTfso9c_2qPXY1aWAx/s1600-h/stormbringer.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5196644082254482290" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhauNcvr7v7QwfPH1zvuu6Jfk6Vj5B_mI5XZnkr91ZWFoPH_MrBNiYV4O0PhkRpvDFbRcuwnZyBzpvtlPQTgJLf18xhIkTztULLlngHdVhcboe7tQxJhzSTfso9c_2qPXY1aWAx/s320/stormbringer.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><div></div><div>Hay sucesivas bandas cobijadas bajo el título "Deep Purple" -todas similares y diferentes. Ésta, con David Coverdale y Glenn Hughes, podría haberse llamado, al menos en este disco, "Deep Purple interpreta <em>soul</em>". Así habría ofendido menos -o <em>más</em>, quién sabe- a los seguidores de las anteriores bandas llamadas "Deep Purple". Casi no hay hard rock aquí, o lo hay solamente como entonación dentro de otro género. Excepción hecha del tema que titula el álbum -tan pesado y memorable como cualquiera de la historia de esta banda que es muchas -, y de <em>Lady Double Dealer</em>, que está bien pero no es memorable.</div><br /><div>El resto, soul, R&B, emitidos a la manera negra por Coverdale o Hughes, y la banda sonando apenas como un eco de su encarnación anterior. Pero sonando bien de todos modos. Hay que decirlo: odiado y vituperado, este disco sin embargo merece, si no plena admiración, al menos respeto. Es placentero de principio a fin, y tiene <em>swing</em>. No es pesado pero no tenía por qué serlo: llamarse "Deep Purple" no obliga a metálicas pesadeces sino a calidad musical. ¿La calidad musical, entonces? No excelente, pero muy aceptable y en varios momentos, buena. </div><br /><div>En este blog hallamos que este disco es preferible al posterior <em>Come taste the b</em>a<em>nd</em> -de otra banda llamada "Deep Purple"-, contrariamente a lo que dice cierta crítica que es mayoritaria.</div><div></div><div></div><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/9Jmj2nNXE9M&hl=" width="425" height="355" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed><br /><em>Stormbringer</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-28514689164860737312008-03-17T19:08:00.001-07:002009-02-23T08:14:07.585-08:00LOW - David Bowie<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjbxqHECxxa5x4SK7fSeruZxg63X9KLt44Skrdi3FF_73i3GhcsDQ6rFzPlltUvF0KxOO7bPmeKbJR1BfYPCnVRS5NQd2UCnuGi-oPwpInqMvOffZATKPdbbHqIYTHMJi5nqfG/s1600-h/david_bowie_low.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5181874981308277762" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjbxqHECxxa5x4SK7fSeruZxg63X9KLt44Skrdi3FF_73i3GhcsDQ6rFzPlltUvF0KxOO7bPmeKbJR1BfYPCnVRS5NQd2UCnuGi-oPwpInqMvOffZATKPdbbHqIYTHMJi5nqfG/s320/david_bowie_low.jpg" border="0" /></a><br /><div></div><div></div><div>A pesar de que su "compatriota" <em>Heroes</em> suele -o solía; la tendencia parece revertirse en estos tiempos- tener mejor fama, éste es <em>el</em> disco que se destaca en la -ya saben ustedes- "trilogía de Berlín".</div><div>Es más fresco y tiene más sentido.</div><div>Además fue el primero -no es poco mérito.</div><div>Y las canciones son mejores. (Se dirá que no hay un tema fuerte como "Héroes" del próximo disco, pero la verdad es que jamás entendimos el reconocimiento de "Héroes"; es una melodía y un arreglo que nos resulta más bien escolar y que no termina nunca. Perdón).</div><div></div><div>No abundaremos en lo que se puede saber a través de otros sitios más informativos que éste. Berlín, Brian Eno, Krautrock, Iggy Pop, 1977, etc. Busquen en Google, no sean dependientes.</div><div></div><div>Pero escuchen <em>Low</em> antes que <em>Heroes</em>. Y, ya que estamos, denle una chance a <em>Lodger</em>, el último y nada malo -digan lo que digan- de la "trilogía". (En este blog escuchamos más<em> Lodger</em> que <em>Low</em>, pero <em>Low </em>es mejor).</div><div></div><div>No tenemos ganas de decir más.</div><div></div><div>Excepto que uno a veces se siente muy solo.<br /></div><div></div><br /><div></div><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/kB7skYEv_EM&hl=" width="425" height="355" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed><br /><em>Be my wife</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-6518185913907994002007-09-28T14:26:00.000-07:002009-02-23T08:14:31.670-08:00HOT RATS - Frank Zappa<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJhMj_F4_HItn5osHMpSo-pob6xoSza29HK4-dDOc1lV6q7_E5MywFs3JygktYXuRY9WNdq0rLuhH1IRoRQeuIV55F0za5RSJ2vq9VViYptJefAhFqvMraa_GoibzcBCVw-vle/s1600-h/Zappa02.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5115393552392298386" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJhMj_F4_HItn5osHMpSo-pob6xoSza29HK4-dDOc1lV6q7_E5MywFs3JygktYXuRY9WNdq0rLuhH1IRoRQeuIV55F0za5RSJ2vq9VViYptJefAhFqvMraa_GoibzcBCVw-vle/s320/Zappa02.jpg" border="0" /></a><br /><br /><div>No hay caso; en este blog intentamos contrastar, salirnos de la tradición crítica, tener una mirada fresca, pero cada mirada es tan distinta que inclusive puede convertir <em>la nuestra</em> en una suerte de tradición. Me explico: como siempre, y debido a la fecha de su publicación -es decir por una cuestión generacional- no había escuchado hasta hace poco este viejo disco; y eso me parecía una ventaja: así mi escucha estaría libre de "contaminaciones" históricas. Pero comprendo que esa creencia es sumamente ingenua; la historia nunca se detiene, es de lo que estamos hechos, y <em>mi propia escucha es parte de ella</em>. Quiero decir que generaciones más jóvenes me han sorprendido con su opinión sobre la música contenida en este (excelente) <em>Hot rats</em>. Sé que no he descubierto la pólvora; a todos nos pasa; vienen los jóvenes y dicen barbaridades. ¡Y nos irritan!<br />Tiempo atrás, usé una pista de este disco -<em>Peaches en regalia</em>, nada menos- como disparador para un ejercicio literario en mi taller. Mi elección se había basado en la íntima -y finalmente torpe- convicción de que cualquiera apreciaría la riqueza maravillosa que yo había encontrado ahí. Esa multiplicidad sorprendente de instrumentos, que le daba un colorido espectacular, el dinamismo, la unidad de melodía, armonía y ritmo, en fin... Suponía que dispararía algo bien interesante en los talleristas.</div><div>Y algo disparó. ¡Referencias a la música de las series de televisión de los años setenta, como <em>La mujer maravilla</em> y <em>Starsky & Hutch</em>! Me harta el revivalismo setentero, me parece casi nada más que una moda al servicio de la falta de ideas actual, y a esta altura un recurso demasiado previsible y fácil. Bueno, de todos modos los textos producidos fueron válidos, no me quejo de eso. Pero me asombró la asociación tan natural entre esa alta pieza musical y la musiqueta de la tele...</div><div>No, no notaron los bellos tonos instrumentales. No creyeron encontrarse ante un gran florecimiento feliz, que acontece muy pocas veces en el mundo. Sin embargo, en cierto modo tenían razón. Me sacaron de mi línea de escucha y ahora no puedo escuchar <em>Peaches en regalia</em> sin pensar, en algún rincón de la mente, en Linda Carter dando vueltas sobre sí misma. Y en verdad, eso podría no estar tan lejos de las intenciones de Zappa.</div><div>Porque sin duda que en esa pieza en particular está la televisión; no porque sea música incidental ni un tema que apele al mínimo común denominador del público, pero está ahí la televisión como compañía fantasmagórica de la soledad cotidiana, como espectáculo que no cesa y como símbolo de la vida estadounidense (a la que, concientemente o no, aspiramos desde hace décadas todos los pueblos del mundo, para bien o para peor). Por eso <em>Peaches en regalia</em> es importante.<br /></div><br /><div>---<br /></div><br /><div>Ah, ¿el resto del disco? Excelente, uno de los mejores de Zappa y de esa corriente a la que se le llamó en algún momento jazz-rock. Tienen que escucharlo ahora mismo, y en esto no discrepo con ningún crítico tradicional. Tienen que escucharlo, insisto. Ahí está lo que aún vale de los años setenta porque sigue vigente; ahí está todavía nuestra historia, la que continúa, la que no terminó a pesar de Fukuyama, la que quién sabe a dónde nos llevará.</div><div>En serio, tienen que escucharlo.</div><div>Aunque sólo sea por <em>Peaches en regalia</em>. (Pero por favor no se amilanen ante el aparentemente infinito solo de guitarra de <em>Willie the pimp</em>. Ni ante los de guitarra y violín de <em>The Gumbo Variations</em>. Todo aquí es largo, pero es que <em>debe</em> ser largo, no puede ser de otra manera. Escúchenlo y después me cuentan).</div><div>(Y así mi escucha se irá contaminando y enriqueciendo con la de otros, porque es imposible que sea de otra manera). (Lo he aceptado). (Se aprende a los golpes).</div><br /><div><div xmlns=""></div></div><embed src="http://www.youtube.com/v/2tXbVD45CrM" width="425" height="350" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed><br /><em>Peaches en regalia</em>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-9942154.post-20170427050360523632007-01-24T07:13:00.000-08:002009-02-23T08:14:48.688-08:00LONDON CALLING - The Clash<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-efjycX6nbbihb8cp9Ony4KNQwjD7GDHEjS3b1JQbYahuOGh2_R6DUx_CAeo_X8R9AwObw1UCry1QsCyocVZ2mkqhc6PzdIM1FBkLc_7-xfKwg_4x0dtoNvtcR2mGbqUGuwPK/s1600-h/london+calling.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5023656320160529602" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; CURSOR: hand; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-efjycX6nbbihb8cp9Ony4KNQwjD7GDHEjS3b1JQbYahuOGh2_R6DUx_CAeo_X8R9AwObw1UCry1QsCyocVZ2mkqhc6PzdIM1FBkLc_7-xfKwg_4x0dtoNvtcR2mGbqUGuwPK/s320/london+calling.jpg" border="0" /></a><br /><div><div></div><div></div><div>En la mayoría de las reseñas de este blog, la historia personal del comentarista está muy lejos de la historia del disco comentado; es decir, no tengo recuerdo personal de las circunstancias que rodearon la publicación del disco, y por lo tanto mantengo una distancia quizá favorable a una valoración más fresca de la obra en cuestión, sin los prejuicios y los juicios que se le han ido adhiriendo como mejillones a una roca en el mar... He notado que demasiado a menudo se repite una idea sobre un disco sin que ésta se cuestione desde otra perspectiva. Bueno, algo por el estilo se pretende aquí; discutir desde una mentalidad abierta, abierta a la percepción y no condicionada por la historia, que a fin de cuentas el tiempo borrará... La música puede perdurar; las anécdotas sobre la musica, es deseable que se pierdan, a la larga. Quiero apurar un poco la labor del tiempo.<br />Bueno, la perorata viene al caso porque estoy ante un caso distinto; <em>sí</em> <em>tengo memoria personal de este disco</em>: yo estaba en Londres el día en que salió a la venta y probablemente fui uno de los primeros compradores (también de "End of the century" de los Ramones y de "Get happy!" de Elvis Costello).<br />El cambio era notorio. Desde la carátula hasta la tipografía hasta el estilo de los títulos de las canciones hasta, bueno, el simple hecho de que se tratara de un álbum doble. Parecía un trabajo apurado y barato, a decir verdad... Desconfié.<br />Y aquí salto hacia la historia "colectiva"... o al menos mediática (¿pueden diferenciarse hoy en día?)... Quien lea una reseña sobre "London Calling" encontrará, en un coqueto y poco imaginativo primer lugar, la referencia a que la revista Rolling Stone lo consideró el mejor disco de los años ochenta... pese a que se publicó a fines de 1979, bla, bla, bla... Me pregunto desde cuándo esa revista es una guía crítica válida; pero dejemos eso de lado. El punto a discutir es el <em>prestigio</em> que acompaña al disco: el de ser uno de los mejores de la historia del rock.<br />Con los años lo he amado. Hoy lo amo como a un viejo amigo empeñoso, sincero y confiable, que siempre ha estado ahí, con sus pasiones y su espíritu abierto... Pero la verdad es que, pese a la excelente producción de Guy Stevens (o de Bill Price, en esto hay anécdotas varias, pero no importa, lo que importa es la calidad notable de la producción, ésta sí quizá la mejor que he escuchado en un disco de rock -aunque he escuchado algunas que se le acercan, como la de Ed Stasium y Tom Erdelyi para "Road to ruin" de los Ramones y la -disculpen ustedes, pero así es la vida- la de Eddie Offord para "Fragile" de Yes), pese a la estupenda producción, clara, aireada, precisa y potente, y pese a un puñado de inmejorables canciones, no sé si "London Calling" merece la corona que han puesto sobre su humana cabeza.<br />Digan lo que digan, me parece que hay mejores melodías en el anterior y desdeñado "Give´em enough rope", aunque la producción fuera demasiado plana y ruidosa, aunque no existiera variedad... en fin. Fue mi impresión cuando escuché mi recién comprado "London Calling" en aquellos idos tiempos...<br />Sí, sí, yo entiendo: hay una sorprendente y eficaz variedad, cómo no. Muchos estilos diferentes, cómo no. Y una superación de antiguas limitaciones musicales (sobre todo en el bajista Paul Simonon, que aquí realmente se destaca). Es un disco grandioso (bah, dos discos en un mismo sobre), lleno de vida y deseo de lucha. Casi heroico, cómo no.<br />No le niego nada pero aún así, escuchémoslo sin el mote (casi apellido) de "el-mejor-disco-de-la historia-etc-etc-".<br />Es que se escucha mejor así. De veras.<br />¿Para qué necesitamos que sea el mejor? Ni siquiera es indiscutible como el mejor de la banda... (¿"Sandinista" quizás?)<br />Eso sí: es excelente, y podría haberse grabado en la mañana de hoy (excepto porque hoy en día no se hacen cosas tan buenas...).<br /><br />Y por otra parte, no sé si existen los mejores discos de la historia. Al menos pensémoslo un poco antes de repetirlo como acólitos.<br /><br />Volviendo a "London Calling", todavía no me decido. Es entusiasmante, fresco, intenso y disfrutable de principio a fin y contiene dos de mis canciones favoritas, "Brand New Cadillac" y "Train in vain". Así que...<br /><br /><embed src="http://www.youtube.com/v/emQyF-I8P_0" width="425" height="350" type="application/x-shockwave-flash" wmode="transparent"></embed><br /><em>Working for the clampdown</em></div></div>Gonzalo Paredeshttp://www.blogger.com/profile/15581074648249666682noreply@blogger.com5