4.1.05

RAM - Paul McCartney


Este disco de 1971 deja muchas preguntas abiertas. Repasémoslas sin ningún orden particular:
1. ¿Qué grado de tontería se acepta en una obra?
2. ¿Por qué en un momento esa tontería deliberada es bochornosa, intolerable, detestable... y en el siguiente es divertida, graciosa, asombrosa, encantadora, risueña?
3. ¿Hasta qué punto se soporta una obra que pinta y glorifica noñamente las más blandas aspiraciones burguesas (tener un campo con caballos y ovejas, una casa familiar en el campo, almorzar en la casa, pasear a caballo, recibir visitas, tomar el té, todo tranquilo, todo suave, todo blanco)?
4. ¿Pór qué nadie ve que éste es un disco conceptual (tan conceptual como los de Pink Floyd, y quizá más coherente y mejor desarrollado que ellos)?
5. ¿Hasta qué punto la sinceridad paga?
6. ¿Es necesaria, además, la inteligencia?
7. La capacidad técnica ¿no es una manifestación de inteligencia?
8. ¿Por qué una melodía encanta y otra del mismo estilo aburre y cansa?
9. ¿Por qué hace recordar a los Beatles al mismo tiempo que los niega?
10. ¿Por qué es tan inferior a un disco de los Beatles, cuando en realidad algunas melodías son tan buenas como las mejores del grupo?
12. ¿Por qué despide casi todo el tiempo ese sospechoso aire de jardín de infantes?
11. ¿Por qué, en suma, este disco odioso, liviano, frustrante, cuidado, bobo, inventivo, gastado, espontáneo, controlado, talentoso, irritante, con olor a pasto, a aire limpio, a granero y a pies mugrientos?

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Algunas preguntas adicionales:
a. ¿Por qué siempre se habla de la canción de Lennon que ataca a McCartney, pero nunca de los DOS casos en este disco (anterior al de Lennon) donde, con tono inocentón y disimulado, MCartney lanza patadas de desprecio a su ex-compañero de trabajo (en especial en la que dice, notablemente: "Supongo que no te diste cuenta, querido muchacho, de lo mucho que ibas a extrañarme")?
b. ¿Por qué debe sorprender que Linda McCartney haya colaborado en la composición de estas canciones tan blandas?
c. ¿Por qué la última canción parece extraída del último disco de los Beatles?


Heart of the country

33 comentarios:

Gonzalo Paredes dijo...

cinco clavos, me hiciste pensar que este disco de McCartney no es tan malo ni tan bueno como dicem. Supongo que habrás recorrido los sitios de crítica de discos. Por lo general ya no le dan palo a Ram como se estilaba décadas atrás. Ahora lo idolatran, llegan a decir que es el mejor disco de Paul! Creo que tus preguntas ponen las cosas en su lugar. Felicitaciones.

Anónimo dijo...

Tal vez esto se aplica a todo lo de McCartney. Bueno y malo a la vez, o por momentos.

Anónimo dijo...

Hay varios peores: Back to the egg, London town, Venus and Mars, Wings at the speed of sound... En general la producción de Macca ha dejado que desear.

Gonzalo Paredes dijo...

Pero no olvidemos su gran disco Band on the run. Un clásico.

Anónimo dijo...

REd rose speedvay no está mal pese a todo. Tiene temas bonitos como Little lamb dargonfly. Es un disco colorido. Y creo que todo disco de Mcartney tiene sus cosas buenas, basta buscárselas. Fue un Beatle a fin de cuentas.

Anónimo dijo...

¿Qué es "ser un beatle"?, aparte de la respuesta obvia.

Gonzalo Paredes dijo...

Ser un beatle es, en definitiva, haber participado de la banda en su momento denominada The Beatles. Hay cuatro casos.

Tropelía dijo...

Tus interrogantes, los aquí planteados son, sin nunguna duda, una manifestación de iteligencia.

Bien por ello.

Gonzalo Paredes dijo...

Gracias.

Un comentario: no puedo ver la página de ustedes, no termina de cargar en mi browser. Lástima, porque parece interesante (según lo poco que pude ver).

Fasmid dijo...

Linda crítica. Son las preguntas que me hice con el tiempo. Pero no olvido que descubrir este disco a los nueve años, habiendo ya descubierto a Beatles, fue continuar una experiencia Tremenda. Tremenda. Me quedo con eso. Y con Monkberry Moon Delight. Y más tarde con The Back Seat of my Car. Y así sucesivamente.

Fasmid dijo...

Y quiero decir algo más. No toqué este disco en 22 años. Unas chicas que tienen menos años que esos están investigando Beatles y me pidieron algunas opiniones y experiencias. Y volví a meterme en aquella Maravilla. Y de alguna manera llegué hasta RAM. Puse el primer tema y lo canté completo, y seguí así. Tuve todo eso adentro 22 años. Y volvió a ser bueno. Aguante el ñoño tío Paul.

Arturo Delgado Galimberti dijo...

No diré que no dejan de ser interesantes tus preguntas. Pero creo que tu premisa es equivocada. RAM es el disco menos tonto, ingenuo o para "jardín de infantes" que ha hecho Paul y posiblemente sea el más maduro y genial. Lo que sucede es que muchos ven la capa, la superficie, lleno de guiños naif (como los coros, por lo demás puestos adrede), sin darse cuenta que melódicamente y armónicamente es un disco de un rango por muy pocos alcanzable. (En lo personal, no me parece inferior a los discos de los Beatles, es más, creo que está varios peldaños por delante de la época beat de los Fab Four). RAM es un disco muy trabajado, complejo y como bien dices conceptual. La propuesta del álbum ya está prefigurada en el diseño de la portada, esos dibujos y trazos que enmarcan una fotografías bucólicas. ESA ES LA PROPUESTA. No tiene sentido pedirle al arte que sea como nosotros queremos que sea, sino de entender qué nos propone, qué nos dice, de qué va la cosa. Allí reside la creatividad del músico y la capacidad del receptor para saber interpretar y entender la música, sin prejuicios. Por un momento pareciera que quienes minimizan a RAM lo hacen porque no se ajusta a sus paradigmas musicales. Es como si abordáramos "Alicia en el país de las maravillas" con el paradigma realista y lo viéramos solo como literatura infantil de lo más inocente, de esa manera no entenderíamos que es un libro inteligente, imaginativo y que solo un escritor maduro y con pleno dominio de las técnicas narrativas pudo haberlo escrito. Lo mismo se aplica a RAM. Es un disco fantástico, entre otras cosas, PRECISAMENTE POR TENER ESOS COROS NAIF.
Dos precisiones más: 1)"blando" no es el adjetivo más adecuado para canciones como Smile Away y Monkberry Moon Delight, y 2) "burgués" tampoco se ajusta a la vida campestre, creo que más bien es su antónimo.
Saludos,
Arturo Secta.
lasectadelruido.blogspot.com

Gonzalo Paredes dijo...

"Blando" no se usa aquí como descripción de la música -como opuesto a "duro" o algo así- sino al espíritu, espíritu blando, perezoso, de corto alcance, justamente el espíritu "burgués", no importa si las personas viven en el campo o la ciudad.
¿Mi premisa es equivocada? Todo puede ser. Pero también la tuya es una premisa, y tan dependiente del gusto personal como la mía. Para hacer verdadera crìtica musical, uno debería manejar parámetros que acá, por nuestro espíritu "blando", no se manejan. Se llama "Crítica crítica" pero reconozco que es inexacto y mentiroso; debería llamarse "Comentarios comentarios" o "Reseñas reseñas" u "Opiniones opiniones" o inclusive, por qué no, "Prejuicios prejuicios". Pero se le puse hace años, sin pensarlo mucho, y quedó. Ahora no voy a cambiarlo.

Saludos...

Gonzalo Paredes dijo...

"Blando" no se usa aquí como descripción de la música -como opuesto a "duro" o algo así- sino al espíritu, espíritu blando, perezoso, de corto alcance, justamente el espíritu "burgués", no importa si las personas viven en el campo o la ciudad.
¿Mi premisa es equivocada? Todo puede ser. Pero también la tuya es una premisa, y tan dependiente del gusto personal como la mía. Para hacer verdadera crìtica musical, uno debería manejar parámetros que acá, por nuestro espíritu "blando", no se manejan. Se llama "Crítica crítica" pero reconozco que es inexacto y mentiroso; debería llamarse "Comentarios comentarios" o "Reseñas reseñas" u "Opiniones opiniones" o inclusive, por qué no, "Prejuicios prejuicios". Pero se le puse hace años, sin pensarlo mucho, y quedó. Ahora no voy a cambiarlo.

Saludos...

dani dijo...

Hola, simplemente queria decir que no soy un especial seguidor de Mccartney en solitario. De pequeño empecé a escuchar este maravilloso disco, después de haberme empapado de los Beatles y sólo puedo decir que; a parte de los de los Fabfour, hay pocos discos que escuche de la primera canción hasta la última sin tener la tentación de pasar un sólo tema. Es jodidamente bueno, para mi gusto a la altura de los primeros discos de los Beatles (tendriamos que tener en cuenta cuando salieron esos discos) y sólo un peldaño por debajo del resto.
Para mi, RAM siempre será un disco especial de los que cuándo lo pones te sientes bién y con una sensación extraña. Siempre he creído que ha sido un LP infravalorado.
Me alegra saber que hay gente que a parte de mi padre (desde aqui gracias papa por comprarte todos los discos de los beatles y RAM), mi tio y mi hermano, piensan que este es un muy buen disco.
Saludos a todos!!

Manuel J dijo...

Son preguntas muy interesantes. Ram no es un álbum fácil de comentar, porque provoca sensaciones contrapuestas en quien lo escucha. Debajo de todo ese descuido, premeditado o no, se encuentra el mismo creador de soberbias melodías que militaba en los Beatles.

Dejo aquí mi pequeña contribución con una crítica que publiqué en mi blog sobre el álbum:

http://dylanbyrds.blogspot.com/2010/08/top-beatles-en-solitario-n-04.html

Anónimo dijo...

Simplemente tenes que tener alma pop para entender este disco, si te falta un poquito de eso le podes llegar a encontrar todas las criticas negativas o no tan buenas como quieras.
Para mi es genial, incluso adelantado para la época en términos musicales.
Igual..bien por el esfuerzo y por darle algo de tu tiempo a algo que por lo visto solo te sirve para aumentar tu supuesto "gran ego intelectual"

Gonzalo Paredes dijo...

Ay, Lucía, esto es típico: suponer un "gran ego intelectual" en cualquiera que intente ir más allá del "alma pop" (¿"alma pop"? ¿sería más o menos como no pensar?).
Igual, bien por el esfuerzo.

Arturo Delgado Galimberti dijo...

No diría que se necesita tener un "alma pop" para apreciar RAM, sino cierta objetividad, lucidez, y sobre todo sensibilidad musical, de todo lo cual tu reseña carece. Para la música y en general para el arte, términos como "blando" o "burgués" están fuera de lugar, y si los usas como base de tu "crítica", no podemos esperar más que la seguidilla de estereotipos que nos endilgas como comentario. Por lo demás, para llegar a tus conclusiones no se necesita mayor esfuerzo intelectual. Hace cuarenta años Jon Landau, crítico de la revista estadounidense Rolling Stone, llamó a RAM "el nadir del rock", ejemplo que se suele usar como una de las torpezas más monumentales de la crítica. Landau expuso los mismos argumentos miopes de tu "crítica crítica" o "comentario comentario". No muchos años después de ese dislate, la misma revista se rectificó y calificó a RAM de "obra maestra". Pero al parecer aún estás anquilosado en la mentalidad maniquea de los años 70. Hoy en día, basta revisar los principales portales de crítica de rock por internet, para darse cuenta que hay consenso en considerar a RAM como una obra mayor e incluso como su mejor trabajo en solitario junto con BAND ON THE RUN. Ya existen tres álbumes tributo a este sensacional disco (RAM IN L.A., TOM y THE RAM PROJECT), pero en verdad no los necesita para ser considerado un clásico. Solo hace falta escucharlo sin prejuicios y con los oídos muy atentos a la música y no con preconceptos vacuos que se pretenden "pensantes".
Para mí es claro que Lennon, con todo su "rollo" social (duro) y supuestamente "antiburgués", no cuenta con ningún álbum solista de la gran calidad de RAM, ni el "primal scream therapy" PLASTIC ONO BAND ni el edulcorado y algo sombrío IMAGINE. Pero mientras haya gente pidiéndole a la música contenidos extramusicales para valorar su trascendencia, el debate seguirá viciado.

Gonzalo Paredes dijo...

Arturo Delgado Galimberti:
¿Desde cuándo la ideología es algo "extra-musical"? Si no se entiende este punto -para el cual se requiere, por cierto, de sensibilidad musical, pero además de un formación cultural por lo general muy superior a la de los escribas de "Rolling Stone" y similares (que antes denostaron y ahora ensalzan, etc.), el debate seguirá viciado.

Arturo Delgado Galimberti dijo...

¿Desde cuándo la ideología es algo "extra-musical"?

Lo que es extramusical no es la ideología de la música sino el contenido positivo que se le otorga a determinada ideología en desmedro de otras. Que todo arte tenga un contenido ideológico en tanto todo artista tiene a su vez una visión particular del mundo que se expresa en su obra, no significa que el valor artístico esté determinado por su aspecto ideológico, como pareces creer. En otras palabras, como para ti no es válida o relevante la ideología que trasunta un disco como RAM, desmereces su logro artístico. Es más, su supuesto mínimo logro artístico sería consecuencia, de acuerdo a tu reseña, de los rasgos ideológicos que crees percibir (“blandura burguesa”). En ese caso, ya que en otra reseña elogias a WILD LIFE, que personalmente lo considero muy inferior al RAM, yo me preguntaría: ¿Cuál es la diferencia ideológica entre RAM y WILD LIFE, o no es que los dos rinden por igual culto a la vida hogareña campestre y a la naturaleza, es decir, según tú, a la “blandura burguesa”? ¿O es que quizá lo que te molesta o te parece “odioso” de RAM es el estilo desenfadado y paródico, lo que prejuiciosamente llamas “bochornosa tontería deliberada” y “liviana”? Por lo pronto, ese estilo “ñoño” es precursor de lo que luego haría gente como Jonathan Richman, o bandas tan disímiles como pueden ser los Talking Heads, Devo y B-52’s. Tanto así que Stephen Thomas Erlewine, crítico de Allmusic, lo considera -y no está lejos de tener razón- “el primer álbum indie pop”.

En todo caso en RAM no hay una sino varias ideologías que se entrecruzan, la ideología del country, la ideología del rocanrol, la ideología del blues, la ideología del beat, la ideología de la música coral, la ideología de la minisuite orquestal, etc, y todo eso seguramente envuelto en la ideología del pop-rock para un álbum que apuesta sin complejos por el entretenimiento y que juzgo perdurable y magistral.

Gonzalo Paredes dijo...

Arturo Delgado Galimberti:
Que algo sea "precursor", no es un valor en sí mismo; puede tener, desde luego, un valor histórico, pero eso tiene poco que ver con lo artístico. En el caso de "Ram" es posible que sea precursor del así llamado "indie". En mi opinión, eso no dice mucho, ya que el "indie" suele generarme la misma alergia que ciertos pasajes de este disco. Esa cosa insular, que reniega de dialogar con el mundo -y cuando digo "mundo" no me refiero únicamente a la sociedad, es decir al resto de la gente, sino incluso al propio mundo, al personal. Se puede ser absolutamente "privado" y al mismo tiempo cuestionador. Si el arte no pone un poco el dedo en la llaga -y puede hacerlo de manera aparentemente liviana y paródica, cómo no- pierde una parte de su sentido. Se convierte en mero entretenimiento fetichista. Como ciertos pasajes de "Ram", como algunos, o varios, exponentes del "indie".
Ahora bien, dispersemos una idea que parece atravesar tus objeciones. No desdeño a "Ram", y creo que si se lee desapasionadamente mi comentario, eso se entiende. Rescato varios aspectos del disco. Y digo ahora que, por ejemplo, "The back seat of my car" es uno de los mejores temas de McCartney. Eso estaba implícito en la crítica, cuando digo que algunos temas recuerdan a los Beatles.
Y en absoluto elogio a "Wild Life"; simplemente lo tomo como punto de referencia para hacer un juego. Es un pretexto para hablar de otra cosa, ni siquiera se trata de un auténtico comentario sobre ese disco. Otra vez, creo que si se lee desapasionadamnete, eso se entiende.

Arturo Delgado Galimberti dijo...

Bueno, si tu comentario (incluyendo el último que me has enviado como respuesta) no desdeña a RAM, cómo sería un comentario que lo desdeñe, no quisiera leerlo.
Pero al margen de ello, qué más cuestionador que un álbum que cuestiona de entrada nuestra manera convencional de entender el rock, el pop y la música a secas. Porque si hay algo de lo que RAM carece completamente es de "música convencional". Es justamente porque su sonido está fuera de lo usual, de lo que se espera, de lo que un oyente medio podría apreciar, es que hubo (y como veo aún hay) algunos que patinan al escucharlo.
Y como no me interesa dar vueltas en círculos, aquí me despido hasta otra oportunidad más afortunada.

Gonzalo Paredes dijo...

Arturo Delgado Galimberti:
Sí, realmente estás dando vueltas en círculos.
Pero más allá de eso, si "Ram" no es música "convencional", cómo sería un álbum de música "convencional", no quisiera escucharlo.
Y por último, aunque no quieras creerlo(y tal vez no quieras creerlo porque si lo creyeras se desmoronaría la base de tu objeción), no desdeño a "Ram"; simplemente trato de ponerlo en perspectiva, algo un poco más sutil y trabajoso que demolerlo como antes hicieron algunos o ponerlo por las nubes como ahora hacen otros, entre ellos Arturo Delgado Galimberti.

HECTOR L. LEAL dijo...

Desde el punto de vista de un músico, creo que RAM es una colección de canciones muy interesante. En lo personal lo que yo busco en una pieza muscial son los elementos melódicos y armóncos que me digan algo interesante, que establezcan un contacto emocional. Este es obviamente un terreno fangoso pues lo que a mí me emociona no necesariamente le debe emocionar a otros. Lo que sí puedo asegurar es que una canción puede ser profunda o superficial en su temática, sencilla o compleja en su estructura, fácil o difícil de "escuchar" o "asimilar", pero nada de eso determina si la canción es buena, mala o genial. Todos esos temas son secundarios cuando hablamos de música. Ni siquiera el nivel técnico en composición o ejecución determina el valor integral de una pieza musical. No estamos hablando aquí de literatura, poesía o pintura. Estamos hablando de música. Las canciones incluidas en RAM son ¿suigéneris o son convencionales?, ¿representan un reto para el que escucha o repiten una fórmula probada y comprobada?, ¿son canciones en en su escencia estructural alineadas a la corriente dominante de su época o intentan ir más alla? El arte y la música son procesos fenomenológicos, muy difíciles de explicar o sistematizar. Para mi las canciones de RAM si representan un proceso y atrapan mi atención, pero cada quién de acuerdo a su propio acervo de información, prejuicios o deseos las escuchará y decidirá si valen la pena ser escuchadas una y otra vez o son simplemente del montón.

Gonzalo Paredes dijo...

Sí, en términos generales estoy de acuerdo con lo que plantea Héctor L. Leal, y no puedo agregar mucho, excepto tal vez dos comentarios o reflexiones:
1. De aplicarse a rajatabla su criterio, toda actividad crítica se tornaría imposible, y quizás siempre es imposible, y
2. "La música no es literatura"; ciertamente no lo es, pero en verdad tampoco la literatura escaparía al criterio propuesto por Leal. No veo por qué, en esto, sería diferente a la musica.

HECTOR L. LEAL dijo...

Es cierto, la actividad crítica, sobre todo en arte, es tarea harto complicada y por más fundamentada y erudita que sea nunca escapa el muro de lo subjetivo, que antes que agotar el tema lo amplía. Creo que la crítica es necesaria y permite explorar todos los ángulos y aspectos de una obra determinada. A veces sucede con ciertas obras que hay consenso, como cuando se dice que el álbum Revolver de los Beatles es una obra maestra del Pop y prácticamente nadie se atreve a afirmar lo contrario. Sin embargo alguna vez leí un artículo donde se decía que era una colección de canciones tan distintas entre sí, con tan distintos estilos, ritmos, estructuras, tratamientos e instrumentación que no poseía la más mínima cohesión u homogeneidad. Y es cierto. Si lo que buscamos en Revolver es un álbum conceptual con canciones interrelacionadas y correspondientes entonces es una obra muy dispareja y mediocre, pero si lo que buscamos es diversidad, creatividad e imaginación entonces es un álbum casi perfecto. A lo que voy con esto es que toda obra sometida a una crítica amplia siempre presentará un ángulo desde el cual la obra genial deja de ser genial. En ese momento es donde cada quién prioriza y decide qué es lo importante. Si para algunos lo importante de una pieza musical son la calidad de la letra y la temática, es decir, la parte literaria, pues una buena cantidad de las canciones no sólo de McCartney y los Beatles, sino de la música popular universal reprobarían el escrutinio. Por esto decía yo que la música no es literatura y a mi juicio si la parte musical-sonora ha logrado proponer un reto al que escucha y establecer un proceso emocional profundo, importa muy poco si RAM es una apología al mundo pequeño burgués de la campiña escocesa como modo de vida en la granja (y esto también sería discutible si observamos que por ejemplo en cualquier ranchería de la selva Chiapaneca, en México, las comunidades indígenas más pobres y marginadas también poseen sus propios caballos, burros, gallinas, huertos, etc. como modo de vida y autosustento, que es mucho más práctico, económico y sustentable que la dinámica de hiperconsumo de supermercado corporativo que se da en las grandes ciudades) Otro ejemplo de la idea que sostengo pero a la inversa sería el siguiente: Las canciones de Joaquín Sabina para mí no son canciones, sino poemas musicalizados, y su valor no está en la música que los acompaña que es más bien genérica e intercambiable. Creo que si tiene algún valor hay que buscarlo en la calidad de los versos y los temas que plantea. Finalmente creo que la Canción Total entonces sería aquella donde música y literatura están siempre a un mismo nivel de calidad como en la novena sinfonía de Beethoven.

Gonzalo Paredes dijo...

La intersección entre música y literatura es un punto muy interesante. A mi modo de ver, y tratándose de canciones -que siempre incluyen alguna clase de texto-, lo que (me) importa es, precisamente, la intersección o, mejor dicho, la potenciación entre la música y el texto y, en particular, la potenciación del sentido. Porque no creo que pueda dividirse. Es un conjunto. Por eso, una letra de canción no tiene por qué ser un poema. Puede, incluso, ser bastante tonta. Pero la música la potencia -para bien (volviéndola nada tonta o hasta brillante) o para mal (confirmando y hasta aumentando su tontería). Siento que en el caso de "Ram", en ocasiones, es para mal. Una pena, ya que McCartney ha participado en canciones cuya letra más bien simplona es rescatada totalmente por el empuje emocional de la música ("Love me do" de los Beatles es el ejemplo que se me ocurre).
Por lo demás, no me molesta que alguien viva a todo lujo en el campo y si yo pudiera hacerlo lo haría; en absoluto está ahí el problema. El problema, a mi parecer, está en el modo a veces noño en que música y letra conspiran para cantar loas a esa vida.

Gonzalo Paredes dijo...

De todos modos, la relación entre la letra y la música nunca es sencilla. Se podría pensar que en algunos casos la letra importa más y otros la música más. Sin embargo, tengo mis dudas. Dos ejemplos que tomo de mis escuchas recientes:
1. "Elephant talk", de King Crimson, cuya letra parece tan bla bla bla como el bla bla bla que denuncia o satiriza (o lo que sea que haga o pretenda hacer) y que, en principio, uno pensaría que no es lo más importante del tema. Pero cada vez que la escucho me descubro prestando gran atención a cada emisión vocal de Belew, y no sólo a la voz sino a lo que está diciendo. A tal punto, que debo hacer un esfuerzo particular por atender a la música, al trabajo instrumental.
2. "Like a rolling stone", de Bob Dylan, un tema afamado por su letra -que es excelente, por supuesto- pero que creo no valdría tanto sin esa masa instrumental, sin ese órgano que toca las acordes de "La bamba" y, sobre todo, sin la particular emisión vocal de Dylan. En general, presto atención aquí a la música y debo hacer un esfuerzo -por ejemplo buscando la letra en internet- para atender al texto.
En ambos casos, empero, creo que una cosa no resultaría sin la otra. No imagino al texto de Crimson sin esa música ni al Dylan sin esa voz ni esa instrumentación.
Por lo que creo que el arte de la canción, por más refinadas o torpes que puedan ser las letras o las músicas, está en ese cruce difícil de definir.

HECTOR L. LEAL dijo...

Posiblemente el hecho de que yo sea músico predetermina más mi preferencia por los sonidos que por las palabras contenidas en una canción. Pero un fenómeno muy interesante de observar es que la música de McCartney, como la de Lennon y en especial la de los Beatles en el mundo es casi objeto de devoción religiosa. El 90% de la población no entiende ni habla inglés. No sabe de qué van las letras, si son buenas o malas. Yo mismo siendo niño no entendía nada de inglés, pero no importaba mucho pues la propia musicalidad de las palabras es atractiva cuando la melodía vocal es memorable. Incluso creo que ésta música es más admirada fuera del mundo anglosajón que dentro gracias y precisamente a que ni la letra ni la temática estorban, es decir, el que escucha no oye más que música. Literalmente he visto llorar a la gente en los conciertos de McCartney, gente que no tiene ni idea de lo que sus canciones dicen. A esto es a lo que me refiero cuando hablo del proceso fenomenológico que se detona cuando el escucha se siente cimbrado en todo su ser al escuchar una secuencia de acordes profundamente emotiva. Para mí este tipo de fenómenos desencadenados por no más que 12 notas (y a veces menos) sabiamente ordenadas son la prueba de fuego que determina si una canción es buena o mala. En RAM como en casi todas las letras de McCartney y de los Beatles, y me atrevería a decir de la música Pop rock en general, son en su mayoría y salvo contadas excepciones, de mediocres a malas, pero eso no importa en lo más mínimo pues estamos escuchando canciones y no leyendo libros. Si un día se da la muy extraña casualidad de que descubrimos que la canción que tanto nos gusta además tiene una letra imaginativa, divertida, profunda, ideológica o políticamente afín, entonces hemos encontramos la canción piedra de toque de nuestras vidas. Coincido contigo, RAM no es ninguna maravilla en sus letras y temática planteada, ¿qué albun de MacCartney lo es?, pero eso no demerita en lo más mínimo su calidad musical, musicalidad e ingenio que McCartney transpira a borbotones hasta en sus peores momentos de inspiración.

Gonzalo Paredes dijo...

En primer lugar, gracias por tus comentarios, Héctor. En segundo, admito que a mucha gente le gusta "Ram". Personalmente, hace mucho que no lo escucho, y tal vez el día que lo haga modifique mi opinión (si observas las fechas, verás que mi comentario sobre ese disco tiene unos cuantos años). Por lo demás, no sé si McCartney es un letrista particularmente malo (tomando en cuenta a "Eleanor Rigby", "For no one" o incluso algunos temas con Wings y de su etapa solista; hay múltiples ejemplos de letras por lo menos decentes). Insisto, no más, en que no me fijo tanto en las letras; justamente por lo que tú dices: con la música cantada en inglés, por más que uno conozca el idioma, la letra pasa a segundo plano. Y sí, quizás por eso suelo escuchar más música en inglés que en español (cuando es en mi idioma, sólo tolero letras decorosas, eso es verdad; pero, insisto una vez más, mi definición de "decorosas" no es "literariamente buenas" -si ése fuera el caso casi que no podría escuchar canciones, ni en español ni en inglés- sino "significativas en conjunción con la música". Ese, creo, es mi criterio; canten cualquier tontería pero que al sumarle la música resulte en otra cosa).
Volviendo a "Ram", tiene canciones excelentes (creo que lo digo en la crítica) como "The back seat of my car"; excelentes musicalmente, claro, pero también en el complemento de la letra.
En cambio, en "Eat at home" o "Smile away", por ejemplo, no encuentro un amalgama positivo entre la letra y la música, sino más bien todo lo contrario... Quizás, cuestión de gustos. Pero realmente opino que si alguien quiere valorar el talento de McCartney fuera de los Beatles, tiene variadas ocasiones para hacerlo, fuera de este famoso "Ram".

Algo más: me permito atacar parcialmente a McCartney justamente por su enorme talento y fama; como decía Jean Cocteau, después de atacar durante varias páginas a "Madame Bovary" de Flaubert: lo que pasa es que "Madame Bovary" es tan sólido como un muro y uno puede entonces enviar duros pelotazos contra él, sin temor ni culpa.
Obviamente, no me permito ciertos sarcasmos con artistas de menor dimensión; sería estúpido y cruel.

Mis saludos.

HECTOR L. LEAL dijo...

Estoy de acuerdo Gonzalo. Como último comentario, y leyendo lo que te sucedió con esa letra sencilla de King Crimson que distrajo tu atención de la música compleja, y el arreglo sencillo de Bob Dylan que distrajo tu atención de una letra bien lograda, también se presenta el fenómeno interesante donde precisamente la "musicalidad" de las palabras al ser cantadas, independientemente de si se las entiende o no, cuenta más que el fondo de lo que se dice. Por eso algunos teóricos afirman que la música es "pura forma". Y creo que uno de los recursos que McCartney siempre ha explotado como músico es que ya sea por intuición, descubrimiento o por puro gusto, él asume muchas de sus letras como un simple pretexto para darle a su voz material sobre el cual poder cantar. Su voz para él es un instrumento más y mi conjetura es que a él mismo le importa muy poco el contenido semántico de sus letras. Lo que él quiere es hacer música con su voz igual que lo haría con un órgano o una flauta. Creo que persigue más el efecto "plástico" de las palabras que elije y tal vez por eso a veces consigue versos muy raros o hasta incongruentes. Hay muchos ejemplos donde él toma sólo una palabra y la repite una y otra vez, pero va evolucionando en el tiempo e introduce variables de tono, pronunciación, volúmen, etc. Juega con las palabras y explora las posibilidades fonéticas de tal suerte que el fondo no es relevante, lo que le interesa es cómo suenan en relación al todo armónico. Un ejemplo claro de esto es "Rinse the raindrops" del álbum Driving Rain. Ahí se inventa un verso sencillo y corto, por cierto uno de sus más logrados creo yo, y lo repite infinidad de veces a lo largo de una canción que dura aproximadamente diez minutos. Pero el efecto lejos de ser monótono o aburrido es de un proceso hipnótico circular. Cada vez que canta el mismo verso lo canta de forma muy distinta, al punto que parece que está cantando una letra más elaborada. Y para el caso que nos ocupa en RAM, "Monk berry moon delight" en la parte final la repetición constante de esa frase, superponiendo capas y capas de su propia voz con matices e imposturas distintas y estirando o compactando las palabras, logra mantener el interés sobre su voz como si estuviera haciendo una improvisación final en una guitarra o un piano. En fin con esto me despido, sin antes comentarte que llegué aquí buscando en internet la palabra RAM, pues justo en estos días se está lanzando la versión remasterizada y con material extra del Album, si te interesa lo puedes checar en el sitio oficial. Un abrazo hasta Uruguay.

Gonzalo Paredes dijo...

Claro, así es, tanto en general respecto a la musicalidad de las palabras cantadas -musicalidad que es parte de su sentido o quizás su único sentido- como en particular en el caso de McCartney. En innumerables ocasiones logra, él, extraños pastiches literarios-musicales sumamente eficaces. Los que tú mencionas son indiscutibles (y diría que todo el disco "Driving rain", en alguna medida, trabaja fuertemente con ese juego acústico-verbal; y por eso es uno de los que más me gustan de McCartney) y hay muchos otros se me viene a la mente, ahora, "Old Siam, sir"). Lo que importa, finalmente, es el resultado.
La música es pura forma, puedo verlo así, pero también puedo ver así a todo producto artístico. En mi especialidad -la literatura-, que parece más volcada al contenido -porque es pura palabra- también es así. La forma, en suma, es el contenido. Por eso al evaluar la forma estamos evaluando el contenido. Aunque parezca que no.

Respecto a la versión remasterizada de "Ram", veré qué tal. Puede ser la oportunidad para una reevaluación. Quién sabe.

Abrazo desde Uruguay.