25.4.11
RELEASE ME - The Like
Viejos agrios que somos, envidiosos de las posibilidades y del tiempo por delante de la juventud, solemos no comentar el trabajo de las bandas nuevas. Pero el tiempo, ya lo dijo Bob Dylan (otro viejo), a veces te renueva y te vuelve más joven que antes. En nuestro caso, al punto en que estamos considerando la posibilidad de cerrar nuestros blogs y dedicarnos a cosas nuevas, y peor aún, estamos escuchando bandas nuevas.
Sin embargo, para nuestra sorpresa y casi espanto, esas bandas quieren ser viejas. Bajo ningún concepto introducen un solo elemento nuevo en su reproducción obsesiva y casi perfecta (por no decir perfecta) de tiempos idos, en particular de los años sesenta. Qué extraño fenómeno psicosocial es éste, no lo sabemos, aunque sospechamos que estos chicos están con miedo; miedo al presente tan grande y tan plano y tan ocupando el lugar de todo futuro... y quizás prefieren refugiarse, como huyendo locamente, en el pasado. No se permiten la mínima discrepancia con ese pasado que ni siquiera vivieron. Es curioso. Décadas atrás, digamos en la segunda mitad de los setenta -nuestra propia juventud-, era usual que las bandas miraran hacia atrás y reprodujeran ciertos estilos pero -esto es fundamental- hacían una relectura radical. No se dedicaban a una simple emulación del pasado sino que lo parodiaban con el fin de decir lo suyo. Era el caso de, por poner un par de ejemplos famosos, Blondie y B-52s. Y de casi toda la llamada "new wave". Casi nunca era la reproducción por mera nostalgia, o si había nostalgia, estaba al servicio de algo nuevo y hasta innovador, que hablaba de la propia época. Hoy, en cambio, al parecer se habla de la época a través de la absoluta negación de su existencia... Tal vez debería preocupar... Pero este es un sitio de música y tales preocupaciones filosóficas o psicosociales excederían el espacio y nuestras ganas y capacidad.
Lo cierto es que, sea como fuere, y yendo a la música, este disco de The Like es uno de tantos ejemplos de esa tendencia fanática y rígida. Sin embargo, es un ejemplo que se diferencia de muchos otros por el talento. A pesar de que las chicas aparecen desde la carátula y la tipografía como absolutas y voluntarias esclavas de la imagen de aquella época, a pesar de que la música podría ser -excepto por algún detalle electrónico muy disimulado y casi imperceptible- de aquella época, a pesar de que las letras tienen el punto de vista de una chica de aquel tiempo, The Like logran trascender la rigidez autoimpuesta -que podría ser y suele ser en otros casos verdadera y claustrofóbica limitación- a partir de dos grandes méritos: la musicalidad innegable y la inteligencia de las letras. Un comentario sobre las letras: aunque tratan exclusivamente de temas amorosos, aunque siempre desde un punto de vista exclusivamente juvenil (y juvenil de principios de los sesenta), muestran siempre cierto desencanto y realismo que las tornan interesantes y particularmente válidas; véase el caso (que no en vano son las dos mejores canciones del disco) de "He´s not a boy" y de "Narcissus in a red dress". Así, a pesar de la incógnita que para ancianos como nosotros representa esta empeñosa y cuidada al extremo reproducción de época(tan en riesgo de caer en el vacío), The Like logra ser una banda muy recomendable. Todavía no la entiendo, pero sí entiendo que las chicas están expresándose realmente, con pasión y cierta autenticidad, y no meramente jugando con la imagen. No es poco.
He´s not a boy
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