14.6.11

THE ALTERNATIVE TO LOVE - Brendan Benson


Ah, otro muchacho emprendedor y empeñado en reproducir los antiguos sonidos... Eso pensó mi mente tan antigua como los sonidos pop sesenteros, setenteros y vagamente ochenteros cuando tomó contacto por primera vez con Brendan Benson, músico solista yanqui que vio ligeramente aumentada su fama por tocar con su amigo Jack White en los (nada malos) Raconteurs. Leyendo en la pantalla luminosa (ésta que ustedes leen ahora), encontré que Benson tenía ya sus propios discos bajo el brazo y que el primero databa de 1996 -así que no tan "muchacho". Bueno, pero el punto a discutir es si realmente estamos ante "otro muchacho (o muchacha, que ésas también abundan) del primer mundo avocados a la densa y casi absurda tarea de revivir tiempos musicales idos". La respuesta la pongo aquí y no al final: sí y no.
La primera escuchada es traicionera. Sea con el disco que nos ocupa (el más logrado de Benson a nuestro criterio, aunque allá en el norte, tal vez por las benditas razones históricas que solemos denostar en este blog, prefieran el anterior, de 2002 -éste es de 2005), sea con éste, decíamos, o con cualquiera de los otros (tiene cuatro al día de hoy, si no contamos ciertos epés), lo que se genera en los anticuados oidos cuarentones ya cercanos a cincuentones (cómo pasa la vida...) es un despliegue de prejuicios, del tipo: "esto ya lo oímos", "¿para qué todo otra vez?" y discrepancias con las reseñas norteñas, del tipo: "¿por qué hablan tanto de Wings y de la Electric Light Orchestra cuando comentan estos discos?, eso es perezoso, nosotros no oímos nada tan parecido, sino más bien cierta cosa setentera pop que a veces nos resulta abismal... como escuchar otra vez al trío América o algo así... o quizás a Pilot... aunque, claro, Benson parece más inteligente y en cierto modo un heredero de algunas vivezas letrísticas de Elvis Costello, y además... esto es menos lustroso que las cosas de los setenta y además... si seguimos escuchando... esto está muy bien compuesto... tiene detalles que al principio no son aparentes... detalles musicales... y Benson parece más sincero que lo que cabría suponer... y... bueno, esta canción no está mal y aquella tampoco... y esto... eh, nada mal, eh... casi diríamos que está bien... o muy bien... nunca es muy distintivo, no tiene estilo propio, este muchacho... no no... o... quizás, sí... quién sabe... eh, este disco es realmente bueno... cuántos detalles, y además... detalles que no llaman la atención sobre sí mismos, carecen de exhibicionismo... qué bien compone este muchacho... y las letras... bueno, nada mal... por momentos al menos... ah, qué bien eso de por siempre buscaré la alternativa al amor... nada nada nada mal, no, al contrario, muy bien, realmente muy muy muy bien". Y así, al fin, adiós a cualquier consideración histórica-sociológica de las que en demasiadas ocasiones sacamos a relucir en este blog, y hola a (atención) uno de los mejores discos pop rock que hemos escuchado en nuestra dilatada vida. Ustedes, ¿qué esperan para escucharlo? ¿Piensan seguir perdiendo el tiempo?

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